Hace poco les comentamos que Android no fue un sistema operativo que nació con la idea de usarse en smartphones, sino en cámaras inteligentes, sin embargo, fue gracias a Steve Jobs y su iPhone que Google decidió darle un rumbo diferente a Android, y para ello Andy Rubin ya tenía algunas ideas de cómo adaptar Android a teléfonos.
Obviamente que esto no le gustó para nada a Steve Jobs, sobre todo cuando vio que Android se convirtió en una verdadera amenaza para su sistema operativo. Y es que según Jobs, los teléfonos Android le robaban clientes copiando varias de sus mejores funciones.
Steve Jobs quería acabar con Android
En la biografía oficial de Steve Jobs escrita por Walter Isaacson se menciona un dato muy curioso, y es que habla sobre los sentimientos de Steve Jobs hacía Android, donde se deja en claro que no estaba muy a gusto con la competencia, pues según Isaacson, Jobs mencionaba lo siguiente:
“Voy a invertir hasta mi último suspiro de vida si hace falta, y gastaré hasta el último centavo de la cuenta de Apple con 40.000 millones de dólares en el banco para corregir este error. Voy a destruir Android, porque ese producto es un robo. Estoy dispuesto a ir a una guerra termonuclear.”
Aunque parece una declaración muy fuerte, sabemos que Jobs no era un hombre con un carácter amable, de hecho era una persona a la que sus compañeros y colegas catalogaban como complicada.
A Jobs no le gustaba la idea de que Android fuera muy similar a iOS, y es que desde su punto de vista, esto le servía a Google para “robarle” clientes, sobre todo porque Android era un sistema operativo que ofrecía muchas facilidades, en cambio, iOS tenía un estricto control por parte de Apple.
Tanto sentía Jobs que Google le robaba ideas que fue directamente con Erich Schmidt, que en aquel entonces era el CEO de Google, y lo único que le dijo fue…
“Quiero que dejes de usar mis ideas en Android, eso es todo lo que quiero”
Así empezó la guerra de patentes
Obviamente que Google siguió el desarrollo de Android, pero Jobs insistía en que tanto Google como sus socios fabricantes estaban usando sus ideas para beneficiarse, razón por la cual comenzó la batalla legal con Samsung y con HTC.
Estas guerra legales por fin terminaron, claro que nadie salió contento después de todo, y en muchas de ellas Steve Jobs no tuvo la fortuna de ver los resultados. Pero incluso esa fue una de las razones por las cuales Google compró Motorola y le quitó todas las patentes, pues era una forma de proteger a sus socios de cualquier tipo de demanda, razón por la cual firmó acuerdos de patentes con marcas como Samsung o Huawei.
Incluso, años después de la muerte de Jobs, iOS comenzó a adoptar funciones de Android, situación que seguramente nunca le hubiera agradado a Jobs, el cual pasó muchos años argumentando que Android era un producto que copiaba lo mejor de iOS.