Las empresas de tecnología, como Qualcomm, son probablemente las más rentables en este mundo moderno. Los circuitos integrados, que forman las computadoras, los teléfonos y otros dispositivos que usamos, usan un número de componentes digitales que hoy en día ya parecen imprescindibles. Y piénsese: sin la tecnología digital actual el mundo caminaría mucho más lento, las comunicaciones entre los seres humanos serían demasiado lentas y sería probablemente un retroceso de unos 50 o 60 años por lo menos.
Y uno podría pensar que estas empresas que hacen millones de chips, viven en «Jauja», una tierra mítica, donde no había que trabajar para vivir y en donde todo era prosperidad y abundancia. Sin embargo, los recortes de personal y la crisis bien podría llegarles. Por ejemplo, Qualcomm, que fabrica el chip SnapDragon, que es uno de los procesadores más poderosos para los teléfonos inteligentes, recortará 1,500 empleos entre sus múltiples divisiones en sus oficinas de California, como parte de una promesa hecha a los inversionistas de eliminar 1,500 empleos que le cuestan mil millones de dólares. Esto -si se analiza- significa que cada uno de esos puestos tiene un salario de unos 666,666 dólares, lo cual habla de ser salarios de empleados de un nivel alto. O bien, las prestaciones de dichos empleados hacen que el total por cada uno les sea tan oneroso.
La empresa ha dicho que además, que piensa recortar 1,231 empleos en sus oficinas en San Diego y 269 de las que tiene en San José y Santa Clara, todas en el estado de California.