Muchos podemos considerar a Xiaomi como la firma con la mejor relación costo/beneficio en sus productos, y es que si comparamos los equipos del fabricante chino con los de otras marcas nos daremos cuenta que por el mismo precio podemos encontrar una mejor ficha técnica, o bien, por una ficha técnica similar podemos encontrar un precio mucho más bajo.
Esta gran relación costo/beneficio es lo que ha hecho a la firma tan popular en los últimos años, y esto no solo en China, su país natal, sino también en otros mercados del mundo, principalmente en Europa y Latinoamérica.
¿Pero por qué los productos de Xiaomi son tan económicos?, ¿qué le permite a la empresa hacerlo? Bueno, aquí te platicaré algunas cosas por las cuales los precios de Xiaomi son tan accesibles.
Porque la marca así lo quiere
A parte de que la firma debe ver viable económicamente dar estos precios, también debe tener claro este objetivo, y la empresa ha mencionado en varias ocasiones que se han puesto como “límite” no ganar más del 5% por equipo vendido, razón por la que pueden bajar mucho más el costo en comparación con otros fabricantes que pueden llevar a ganar hasta más del 30% del costo del dispositivo.
Lei Jun, CEO de Xiaomi siempre ha dejado claro que quieren ofrecer tecnología accesible a todos los consumidores, razón por la que ofrecen dispositivos de todas las gamas a precios económicos, y es que si consideramos que la compañía es el cuarto fabricante que más teléfonos vende en el mundo, pues vemos que les está dando resultados su estrategia comercial.
Así mismo, Xiaomi no solo vende smartphones, y muchos de sus productos también son muy vendidos, razón por la cual genera millones de dólares en ganancias que le permiten seguir dando precios muy bajos.
No se invierte mucho dinero en publicidad
Dicen por ahí que la mejor publicidad es la que va de boca en boca, y es así como Xiaomi se ha hecho muy popular en el mundo, pues según menciona la firma especializada en investigación, Rankia, Xiaomi no invierte en publicidad, razón por la cual ahorra costes con su venta directa a través de su página web o sus Mi Store, pues en pocos países tiene un acuerdo comerciales con terceros para la venta de productos, que en el caso de México es Telcel.
Por esta razón, muchos productos de Xiaomi que se venden en Internet vienen de China, porque realmente no es el fabricante quien los vende, sino un intermediario que los exporta, mientras que en el caso de otras compañías, estas sí invierten millones de dólares anuales en publicidad de sus productos, o ustedes cuándo han visto un espectacular del Xiaomi Mi 8 como sucede con el Huawei Mate 20 o el Galaxy Note 9.
Ahorrar en publicidad es parte de la estrategia de los precios bajos en sus productos, pues la marca no puede gastar más de lo que gana, de lo contrario, no llevaría tantos años con esta fórmula de éxito.
El gran truco
Aunque Xiaomi esté vendiendo en muchos países del mundo, la firma opera principalmente en China, es decir, no tiene operaciones oficiales en otros mercados del país para no pagar por patentes que sí debería pagar si operara de forma oficial en Estados Unidos, por ejemplo.
Por esta razón, las Mi Store no son tiendas directamente de Xiaomi, es decir, hay un intermediario que se encarga de poner la tienda y administrarla, pero Xiaomi se encarga de ayudar con el inventario de la tienda y a que se mantenga una línea de diseño similar a la de las tiendas en otros países del mundo.
Por esa misma razón no vemos los mismos teléfonos de la Mi Store de México en Telcel, y por eso muchos tampoco los vamos a ver nunca con el operador. De esta forma Xiaomi se ahorra mucho dinero, primero porque no tiene que hacer la homologación de sus equipos ante el IFT, y segundo, porque tampoco debe invertir en tiendas, publicidad y pagar la renta de los espacios, lo único que hace es ofrecer los productos a un tercero para que sea negocio tanto para la marca como para el distribuidor.
Estas son algunas de las razones por las cuales Xiaomi puede ofrecer productos tan económicos, no son las únicas, pero sí las más importantes.
