Nokia es una firma que durante la primera mitad de los dosmiles apostó por teléfonos que se salieron de la norma, aunque los resultados no fueran necesariamente los deseados.
Ejemplos concretos los vimos en modelos como Nokia N-Gage, Nokia 7600 o el cancelado Nokia 7700. Pero después de ese lustro de intentar innovar aún si se caía en el terreno de lo forzado, la compañía lanzó otro tipo de modelos que atendieron a inquietudes reales de la época.
De esta manera, en 2006 llegaron modelos como Nokia 3250 -caracterizado por su diseño que se ‘torcía’ para enfatizar las funciones de la cámara- y el que es motivo de estas líneas: Nokia 5300.
Lanzado a finales de ese año, Nokia 5300 no se desprendió del todo de ese afán innovador de otros modelos, constatable en el diseño slider que dejaba al descubierto el teclado numérico.
El teléfono presumió unas dimensiones de 92.4×48.2×20.7 mm y contó con una pantalla LCD de 2’ y un display de 240×320 píxeles.
Para estar en sintonía con equipos exitosos de firmas como Sony Ericsson, el teléfono tenía botones dedicados para la reproducción de música (play/pausa, anterior track y siguiente track) que estaban a una mejor disposición del usuario cuando se colocaba en posición horizontal.
Los botones para subir y bajar el volumen servían para el zoom de hasta 8x de la cámara de 1.3 MP, mientras que la batería de 820 mAH tenía una autonomía de 3.2 horas en llamada telefónica y de 12 horas en reproducción ininterrumpida de música.
También tenía radio FM integrada y el reproductor S40 para disfrutar los formatos MP3, AAC, eAAC+, AAC+, WMA, AMR y Midi.
Y por lo que hace al almacenamiento interno, Nokia 5300 tenía 32 MB de fábrica y contó con ranura microSD para escalarlo hasta 2 GB.
Es importante recordar que Nokia 5300 formó parte de XpressMusic, una línea creada para competir directamente contra Walkman de Sony Ericsson.