En distintas regiones del mundo, el verano es una de las temporadas más calurosas del año, por lo que mucha gente aprovecha para salir de vacaciones a lugares con playa para descansar unos días del trabajo o escuela.
Sin embargo, el calor de verano, el agua del mar, la arena de las playas y otros elementos pueden ocasionar daño a los gadgets que lleves a vacacionar.
Calor, el peor enemigo de los gadgets
El calor puede ocasionar muchos problemas a los equipos electrónicos. De hecho, esa es la razón por la que un teléfono o computadora se puede apagar cuando detecta que el calor es elevado, pues los equipos que no tienen una buena disipación del calor pueden dañar componentes internos.
La primera recomendación es que no expongas tu teléfono o computadora directamente a la luz del sol mientras los utilizas. De hecho, empresas como Apple recomiendan utilizar fundas originales o certificadas que no permitan la acumulación del calor cuando el equipo está en uso, pues estos problemas de calentamiento pueden afectar directamente a la batería.
Apple menciona que la batería funciona bien en un rango de 16 a 22 grados centígrados, sin embargo, en temperaturas mayores a 35 grados la batería se expone a daños permanentes, por lo que podrías empezar a ver que su autonomía es menor a la normal.
Si vas utilizando el GPS del teléfono mientras conduces, esta actividad genera calor, y si a eso le sumas que la luz del sol pega directo en tu dispositivo, entonces te expones a los daños antes mencionados.
Lo mismo sucede si dejas tu teléfono cargado en una mesa mientras le da directamente la luz del sol. Aquí el proceso de carga eleva la temperatura del dispositivo, aunque Apple y otros fabricantes pueden limitar el proceso de carga cuando se detecta que la temperatura del dispositivo es más alta de lo normal.
En ambos casos lo más recomendable es utilizar algún elemento que evite el contacto directo con el sol, es decir, que lo cubra de la luz.
Cuidado con los teléfonos resistentes al agua
La mayoría de los teléfonos de gama media alta, alta económicos y premium ofrece resistencia al agua gracias a una certificación que ofrece la Comisión Electrotécnica Internacional. Esta certificación contra el agua varía dependiendo el tiempo y profundidad que puede resistir un teléfono sumergido.
Actualmente los teléfonos con la mejor resistencia al agua soportan un grado 8, lo que significa que pueden sumergirse a más de 1 metro de profundidad por al menos 30 minutos. Cada fabricante debe establecer con claridad la profundidad y el tiempo que puede resistir un teléfono bajo el agua.
Sin embargo, las pruebas de resistencia se realizan en agua dulce, no salada, por lo que si vas a la playa debes tener cuidado con tu teléfono.
Aunque hay fabricantes que de pronto muestran pruebas de resistencia en agua salada, la realidad es que hoy en día ningún teléfono de gama alta puede resistir el agua de mar como lo haría con el agua dulce, y todo esto tiene que ver con la sal.
La sal tiene un gran poder de corrosión, debido a que contiene iones que atraen a los iones de metales, y esta corrosión puede provocar fallas en los componentes electrónicos.
Claro que esto no significa que si tu teléfono se cae al agua de mar vaya a descomponerse, al menos no si actúas con rapidez. Si por alguna razón metes el dispositivo al agua de mar durante las vacaciones lo que tendrías que hacer es limpiarlo rápido para eliminar cualquier rastro de sal, pues de lo contrario ya sabes lo que pasará.
Otro detalle importante es que las fisuras provocadas por algún golpe, o reparaciones en centros de soporte técnico no certificados por la compañía pueden eliminar la certificación que protege contra el agua, y en caso de falla por sumergirlo no tendrás garantía.
En este caso lo más recomendable es utilizar fundas especiales para playa que protegen tu teléfono del agua y la arena.