La llegada del nuevo iPhone X ha dado mucho de qué hablar; desde rumores, hasta el anuncio oficial con nuevas funcionalidades que destacan en comparación a sus predecesores como lo es el caso del reconocimiento facial para desbloquear la pantalla del dispositivo.
Apple promete con su nuevo Face ID que el desbloqueo de la pantalla será sumamente complicado, ya que éste funciona mediante un sistema de seguridad biométrica que únicamente reconoce el rostro de una persona. El sistema tiene que registrar y analizar la cara y los cambios en el tiempo de un rostro.
Funciona gracias a cuatro sensores, una cámara infrarroja para iluminar el rostro; el proyector que despliega 30 mil puntos invisibles hacia la cara para analizarla; un sensor de ambiente y otro de proximidad. Sin embargo, pese a que el Face ID tenga como objetivo dificultar el desbloqueo para fines de seguridad, diversos acontecimientos e interrogantes han demostrado que esta función no es tan confiable como lo hubiéramos pensado.
Algunos usuarios han realizado pruebas para comprobar qué tan fiable es el sistema de seguridad que tiene el nuevo iPhone X. Mientras que unos gemelos no pudieron burlar al reconocimiento facial, el medio de comunicación Mashable demostró con otra prueba que el Face ID podría estar confundido con dos rostros idénticos.
Ante la polémica de la fiabilidad de este nuevo sistema de seguridad, surgió un nuevo caso en el que el reconocimiento facial es burlado a través de una máscara casera. Una compañía vietnamita de ciberseguridad llamada Bkav consiguió desbloquear un iPhone X.
En el siguiente video, es posible observar cómo al inicio, el iPhone X no reconoce una máscara tapada con una tela, pero cuando ésta es retirada, el dispositivo de Apple desbloquea su interfaz como si estuviera reconociendo un rostro de una persona real.
La máscara en cuestión está formada por tres partes: boca, nariz y ojos, dejando el resto del rostro sin textura y ofreciendo únicamente un modelado similar a la persona que puede desbloquear el teléfono gracias a la impresión 3D. La base impresa permite colocar unos ojos y una boca impresos en papel normal a modo de fotografía, mientras que la nariz está esculpida en silicona. El resultado demuestra ser efectivo sin dar lugar a error.
Llama la atención porque Apple había anunciado con su producto que el reconocimiento facial podría detectar el flujo de la sangre de un individuo para que el sistema no fuera burlado con la fotografía del usuario propietario.
Es un hecho que el Face ID es difícil de hackear, pero puede que Bkav haya demostrado lo contrario. La realización de la máscara fue de 150 dólares, un precio quizá no tan accesible, pero que nos hace cuestionar sobre los verdaderos parámetros de seguridad que conforman al reconocimiento facial del iPhone X.
¿Qué opinas de este nuevo experimento?