Este año se cumplen 10 generaciones de la familia más icónica de Motorola, la serie G, que según cifras de la compañía ya han vendido más de 100 millones de unidades de teléfonos desde su lanzamiento en 2013.
El Moto G30 es uno de los 3 nuevos modelos de la serie G que se han presentado este año, siendo por ahora el más sencillo de los 3, y el primero en estar disponible de los 2 modelos que se comercializarán en México.
Por esa razón aquí tienes lo bueno y lo malo del Moto G30, para que puedas hacer una compra más informada, en caso de que te interese cambiar de teléfono este año.
Lo bueno: un cambio de nombre
En las últimas generaciones la firma propiedad de Lenovo apostó por lanzar un buen abanico de modelos de la misma generación, pero con distintas denominaciones como “Plus”, “Play”, “Power” o “Pro”, situación que terminó por confundir a los usuarios al no entender completamente las diferencias entre un modelo y otro.
Para este año la serie cambiará los apellidos por números, de esta forma Motorola asegura que los clientes podrán identificar fácilmente si un modelo es más avanzado que otro en cuestión de especificaciones solo considerando su numerología.
Lo malo: especificaciones justas contra una feroz competencia
A diferencia del Moto G100 que tiene una relación especificaciones/precio muy interesante, el Moto G30 llega con una ficha técnica que en algunos aspectos como el procesador o la cámara tendrán problema para competir contra algunos modelos de Realme, Xiaomi, Redmi o POCO.
El procesador elegido fue un Snapdragon 662, cuando algunos teléfonos de esta gama ya incluyen chips de la serie 700 por un precio ligeramente más alto, algo que sin duda para aquellos que buscan un mejor rendimiento para juegos o multitarea no verán en el Snapdragon 662.
Con esto no quiero decir que el Snapdragon 662 es un mal procesador, pero sí se nota que va justo con tareas más exigentes, de hecho, a veces incluso abrir la cámara o cambiar entre lentes es un poco lento, pero al final es un chip que sirve para las tareas más comunes como redes sociales, algunos juegos y aplicaciones de ofimática.
La cámara es otro punto con matices. La combinación elegida es la tradicional para este tipo de teléfonos cuyo sensor principal es de 64 MP y se acompaña de un ultra gran angular y un modo macro. Los resultados fotográficos son buenos para la gama a la que pertenece; la verdad es que en general el Moto G30 obtiene fotografías de la calidad de la mayoría de sus rivales, pero su gran ausente es el sensor de profundidad que puede ayudar a tomar mejores fotografías en modo retrato.
Lo bueno: una batería enorme
Algo que me ha parecido una gran decisión es la batería de 5,000mAh. Si bien es cierto que las pilas con esta capacidad son cada vez más comunes, muchas veces otros elementos como una tasa de refresco de 120 Hz junto con una resolución QHD+ o FHD+ hacen que el consumo de energía sea mayor.
Sin embargo, el Moto G30 llega con resolución HD+, que es el factor diferencial para que la autonomía se extienda hasta por casi 2 dias con uso normal donde se incluyan redes sociales, navegación de Internet, escuchar música y ver algunos videos en streaming.
Si únicamente planeas usar WhatsApp, entonces la autonomía será mucho mayor.
Lo malo: un diseño de 2019
En la parte trasera el Moto G30 sí tiene un diseño acorde a las tendencias del mercado con un módulo de cámara rectangular y una combinación de colores que oscila entre el gris y morado con base en el reflejo de la luz. Pero lo malo es que la parte frontal sigue teniendo líneas de diseño de teléfonos de 2019.
En primer lugar tenemos el notch de gota, que honestamente me parece algo viejo considerando que estéticamente lo mejor es apostar por el agujero en pantalla, mismo que la firma ya ha utilizado en otros de sus teléfonos.
Además, los bordes de la pantalla (sobre todo el inferior) son mucho más gruesos de lo que me hubiera gustado, y aunque se que al ser un teléfono de gama media esto es “normal”, la verdad es que hay otros equipos de esta gama que suelen ofrecer bordes mucho más finos.
Lo bueno: una tasa de refresco inesperada
Retomando el tema de la pantalla, Motorola trae a esta gama de precio la tasa de refresco de 90 Hz, cuando la mayoría de los equipos del mercado que compite contra este dispositivo solo ofrece 60 Hz.
Una tasa de refresco más alta se traduce en una mayor fluidez a la hora de utilizar ciertas aplicaciones y juegos.
¿Bueno o malo?: el precio
El Moto G30 tiene un precio de 4,999 pesos, en la página oficial de Motorola México, y aunque es bastante atractivo considerando su enorme batería, tasa de refresco y Android 11, tiene muchos competidores en esta gama que pueden ofrecer un mejor rendimiento o una configuración fotográfica más versátil por un poco más de dinero.
Es cierto que Motorola ha tenido que hacer recortes para poder ofrecer el precio más bajo posible, de ahí que no tengamos un Snapdragon 690 con 5G, o un 720G.
El smartphone tiene un precio que está en una línea donde algunos usuarios podrían considerar hacer un gasto mayor para tener mejores especificaciones, aunque para muchos otros podría ser el límite para un teléfono que rinda para su día a día, esto ya dependerá de las necesidades de cada uno.