Llevo siendo usuario de Android desde hace 10 años, no ha habido un solo año en el que haya utilizado iOS como sistema operativo principal, de hecho, nunca había utilizado iOS tan a fondo y por tanto tiempo, y ahora que lo he hecho comprendo mucho mejor a todos los usuarios que prefieren el sistema operativo de Apple, y sobre todo me doy cuenta de lo cuidado que está cada una de las cosas en el ecosistema de Apple.
No vengo aquí a comparar Android y iOS ni a decir cuál es mejor, pues como usuario de ambos sistemas operativos les puedo decir que hay cosas de Android que son maravillosas y que en iOS no existen o no funcionan igual, pero también hay otras que en iOS destacan y en Android o no existen o simplemente no tienen el mismo funcionamiento y calidad.
Lo que vengo a contarles son las cosas que me han gustado de iOS 14 y el iPhone 12 Pro que me han puesto en un dilema importante sobre si ha llegado el momento de cambiar de sistema operativo, pues los cambios siempre son buenos y dejan muchos aprendizajes.
El iPhone 12 Pro es una pieza de hardware espectacular
En los últimos años he podido tener en mis manos los mejores teléfonos Android del mercado de marcas como Samsung, Huawei o Xiaomi, equipos que sin lugar a duda dan una muy buena sensación en mano y que tiene un diseño espectacular, sin embargo, creo que el iPhone 12 Pro es el teléfono que más me ha gustado en los últimos 2 años en lo que respecta a su diseño y sensación en mano.
A mi no me encantan los teléfonos tan grandes, pero en Android normalmente los teléfonos pequeños no terminan de convencerme, por lo que siempre termino por usar los de pantalla más grande. En el caso del iPhone 12 Pro he encontrado un equipo de pantalla relativamente pequeña pero que debido a que es ligeramente más ancho me gusta más la sensación en mano.
Para poner un ejemplo, el teléfono de pantalla “pequeña” que más me gustaba era el Galaxy S20, pero a pesar de que el iPhone 12 Pro es solo 2.5 milímetros más ancho me da la sensación de que se acomoda mejor a mi mano. Aquí solo les comparto mi experiencia de uso, pero esto claro que dependerá completamente de los gustos de cada usuario.
Por otro lado, el rendimiento al abrir aplicaciones, cambiar entre ellas, jugar, tomar fotos y otras acciones normales de mi día a día se sienten mucho mejor en iPhone, y se nota completamente el poder del A14 Bionic, sin embargo, es un poco injusto que ponga al S20 en comparación porque para empezar no tiene el Snapdragon 865, sino el Exynos 990, y para poner en igualdad de condiciones los procesadores debería hacer una comparativa entre el A14 Bionic y el Snapdragon 875 (cuando se lance en 2021).
Aquí se nota el excelente trabajo que hace Apple para que el software y el hardware trabajen en armonía y perfección, algo que por desgracia en Android no se puede hacer y que todavía se ve difícil que se logre, pues nadie en Android tiene total control del hardware y el software como si lo tiene Apple en iOS.
De todas formas, también debo reconocer que a pesar de que el iPhone es más rápido en casi todo en comparación con el S20, la diferencia tampoco es abismal, es decir, casi siempre en iPhone las aplicaciones se abren un par de segundos antes, y el cambio entre apps se siente más rápido y fluido, pero el S20 sigue haciendo un gran trabajo a pesar de que ya casi se va a cumplir un año de su lanzamiento.
La privacidad y seguridad es la bandera de iOS
Apple no se cansa de decir que la privacidad es un tema realmente importante para ellos, mientras que en Android sabemos que es algo muy superficial, es decir, a muchas compañías parece importarles, pero la realidad es considerando que Google vive de nuestros datos, pues es válido poner en duda si realmente la privacidad en Android está al nivel de lo que nos dice Google que está.
Algo que me ha gustado mucho es que Apple cambia automáticamente el teclado cuando llega el momento de escribir contraseñas en alguna aplicación, o cuando sabe que los datos que estamos ingresando son privados y no pueden acabar en las manos equivocadas. Por otro lado, la opción de iniciar sesión con Apple también es muy cómoda y te evita tener que poner tu correo electrónico en servicios que normalmente llenan tu bandeja de spam.
En los ajustes de privacidad también tenemos la opción de controlar a detalle a todo lo que pueden acceder las aplicaciones servicios y quitar lo que consideramos innecesario para su funcionamiento, y aunque Android también tiene una gestión de permisos muy parecida me parece que en iOS es mucho más amplio y claro la cuestión de la privacidad y tus datos.
Apple es una empresa que cierra su sistema operativo y pone unas reglas que cualquier desarrollador debe seguir para poder publicar una aplicación, mientras que en Android solo debes seguir ciertas reglas si quieres que tu aplicación esté en la Play Store, de lo contrario puedes crear una app y permitir que los usuarios la instalen como fuente desconocida.
Esto permite que se controle mucho mejor el tema del malware en las aplicaciones, pues Apple revisa cada publicación de aplicaciones nueva y también revisa minuciosamente cada actualización, por lo que a veces una actualización tarda más en aprobarse para iOS que en Android pero con eso se logra que el riesgo de malware para los usuarios sea menor.
También es cierto que se desarrolla menos malware para iOS porque la cuota de mercado es notablemente menor que la de Android, pero aun así es un hecho que con todo y las mejoras que Google hace sobre seguridad, el problema del malware parece que será un tema que nunca se va a acabar en Android, simplemente este año hemos reportado muchas veces que se han encontrado decenas de aplicaciones con malware dentro de la Play Store.
Aplicaciones mucho más pulidas
Algo que me ha dejado muy sorprendido es que muchas aplicaciones se ven y tienen más funciones en iOS que en Android. Por ejemplo, Mercado Libre usa Face ID para entrar a la app, mientras que en Android ni siquiera solicita que coloques tu dedo en el lector de huellas. WhatsApp tiene un modo oscuro mucho mejor en iOS que en Android, RememBear (que es el gestor de contraseñas que uso) se integra directamente en el teclado en iOS, por lo que es más fácil y cómodo sacar la contraseña cada vez que quiero iniciar sesión en un servicio, Spotify es muy similar a Android pero tiene ciertos elementos visuales más pulidos en iOS, y su widget es una de las mejores cosas que he visto en un teléfono, mientras que en Android los widgets de Spotify ni siquiera tienen ese nivel de diseño y funcionalidad.
Esos son algunos ejemplos del diseño, pero es constante ver como muchas aplicaciones tienen algunos elementos pequeños pero importante que hacen que la experiencia de uso sea mejor para algunos usuarios. Creo que esto se debe principalmente a que en iOS desarrollas una app que funciona en 10 o 12 modelos de teléfonos con diferentes pantallas, pero con un rendimiento similar, mientras que en Android tienen miles de modelos distintos con diferente rendimiento y capacidades, por lo que siempre es difícil hacer que una app funcione igual o no tenga problemas en todos los teléfonos Android del mercado.
Claro que en Android la gran diferencia es que hay una mayor cantidad de widgets disponibles y un nivel de personalización brutal que hace que iOS parezca cosa de niños, pero si estoy seguro de que habrá muchos usuarios que prefieran un funcionamiento y mejor diseño en las apps que una mayor personalización del sistema operativo.