Cabe decir que esto no significa que los fabricantes de teléfonos no pueden cambiar la interfaz de Android, como en el caso de los teléfonos Samsung TouchWiz o HTC Sense. Lejos de esto: Google está tratando de hacer la vida más fácil a los desarrolladores para que otras interfaces puedan ponerse fácilmente con muy poco código mientras que la interfaz por omisión será la que se use. Esencialmente los desarrolladores de apps serán capaces de elegir si quieren que sus apps se vean más como Android 4.0 o como quiere el fabricante en la interfaz de un teléfono particular.
Aparentemente con esta decisión, los fabricantes de teléfonos con Android podrán compartir la misma interfaz gráfica que las apps que se generen para esta plataforma. Ya no habría que preocuparse de cómo se ven unas apps y otras. Tim Bray, en el blog de Google, anuncia los cambios ilustrando el problema que enfrenta Google para luchar contra la fragmentación.
Quizás con esta idea, la siguiente versión de Android salga antes de lo esperado, aunque esto sería un efecto colateral si efectivamente los que ponen Android 4.0 en sus equipos siguen la recomendación, que no sé cómo es que la puedan hacer obligatoria.
Fuente: PC World