Una de las cosas que ha acompañado a Android prácticamente desde su nacimiento son las aplicaciones preinstaladas en el teléfono desde su configuración de fábrica, es decir, todas aquellas aplicaciones que podemos ver y usar desde que encendemos el teléfono por primera vez. Obviamente estas aplicaciones tienen que estar ahí, y en el caso de los teléfonos Android casi siempre vamos a encontrar las Google Apps, o algunos servicios de Google como Gmail o YouTube en teléfonos certificados por la gran G.
Sin embargo, cuando Android comenzó a abrirse a los demás fabricantes también llegaron las capas de personalización y el famoso bloatware, que son esas mismas aplicaciones preinstaladas, pero de empresas ajenas a Google, las cuales pueden ser apps del fabricante del teléfono, o bien, pueden estar ahí por acuerdos comerciales entre los fabricantes y otras empresas de software.
Y es que un nuevo estudio realizado en conjunto por la Universidad Carlos III de Madrid, el Instituto Internacional de Ciencia Computacional de la Universidad de Berkeley y el instituto IMDEA Networks, ha revelado el peligro para los usuarios detrás de las aplicaciones preinstaladas en Android, las cuales no solo espían a los dueños del teléfono, sino que incluso pueden robar información a través de malware inyectado en actualizaciones posteriores a la compra del dispositivo.
El estudio se realizó con 1724 teléfonos de 214 marcas diferentes y en 30 países distintos, de esta forma se logró demostrar que esta situación no es exclusiva de los smartphones chinos, o bien, de los teléfonos que no están certificados por Google.
Apps que espían a los usuarios
Según los investigadores, Google ha permitido que en Android la posibilidad de recabar mucha información a través de aplicaciones sea relativamente sencillo, claro que la empresa poco a poco ha ido limitando el acceso a la información de los usuarios a la que los desarrolladores pueden acceder, pero aún así todavía queda mucho trabajo por hacer. Y es que el gran problema no solo son las aplicaciones preinstaladas, sino también las librerías y servicios que se incluyen en el teléfono y las cuales trabajan en segundo plano sin que estas aparezcan en las gráficas de uso.
Esto se traduce en que muchas apps logran recabar información de los usuarios en todo momento incluso sin que el usuario sepa que lo están haciendo. Esta información va desde la ubicación, el historial de llamadas, y hasta el IMEI e IMSI de los dispositivos.
Así mismo, los investigadores detallan que gran parte de las aplicaciones preinstaladas en teléfonos de diversos fabricantes (incluso muchos de los más importantes del mundo) poseen permisos de serie que vulneran la privacidad del usuario, esto quiere decir que el usuario no debe darle los permisos para acceder a la información del teléfono, estas ya pueden hacerlo con relativa facilidad.
El malware se hace presente
Otro de los grandes problemas que se trata en el estudio no es solo la violación a la privacidad por parte de estas aplicaciones preinstaladas, sino que también es muy sencillo que las empresas puedan inyectar malware a distancia a través de actualizaciones internas sin que el usuario se percate de ello, es decir, no tendrían que hacer una actualización manual desde la Play Store.
Esto obviamente también serviría para obtener mucha más información respecto a la que ya pueden acceder estas aplicaciones, y todo ello por debajo del agua, es decir, sin que seamos conscientes de que está sucediendo.
Toda la información a la que pueden tener acceso estas aplicaciones
Los investigadores lograron enlistar toda la información a la que las aplicaciones preinstaladas de los dispositivos del estudio lograron tener acceso con facilidad, y te sorprenderá la cantidad de información que recaban. El problema, es que estos datos no solo van a parar a los servidores de los fabricantes del teléfono, sino también a servidores de las compañías de software, lo que en verdad se traduce como un grave problema de privacidad para el usuario.
¿Cómo podemos evitarlo?
Una de las posibles formas de evitar que nuestra información caiga en malas manos (porque es imposible que no la demos a diferentes compañías) es que compremos teléfonos con la menor cantidad de bloatware posible, que en el caso de Android solo aplica para los Pixel de Google y los dispositivos Android One de fabricantes como Nokia, Xiaomi, LG, etc.
Así mismo, recordemos que podemos limitar el acceso a uso de datos de ciertas aplicaciones, por lo que es recomendable que revisemos constantemente los permisos que las aplicaciones tienen en nuestro dispositivo.