El año 2017 está por finalizar; sin embargo, México no vivió el mejor de sus años, ya que en temas de delincuencia e inseguridad, éste ha sido uno de los más violentos. Lo podemos apreciar ahora con un nuevo informe que muestra que en tan sólo 6 años, el robo de celulares aumentó drásticamente un 500%.
De acuerdo con el diario La Jornada, algunos de los motivos principales de este fenómeno se derivan a partir de la carencia de mayores sanciones, los numerosos puntos de venta ilegal, la poca acción de la política, entre otras causas pero no por eso menos importantes.
«La falta de una legislación que incluya mayores sanciones, la existencia de numerosos puntos para la venta de celulares usados o ilegales y la escasa acción de las autoridades policíacas y judiciales, ha ocasionado que esos aparatos de comunicación sean los objetos más robados, no sólo en la capital, sino en el país entero.»
Además, en palabras de Gabriel Székely, Director General de la Asociación Nacional de Telecomunicaciones, en el año 2012 se tenía un reporte de 156 mil dispositivos móviles robados, cifra que creció a 600 mil para 2015 y un año después quedó en 900 mil. Sin embargo, para el año 2017 se detectó un crecimiento importante que superará al millón de unidades robadas.
El aumento implicaría un 500% en pocos años, algo alarmante para las compañías que ponen a disposición sus dispositivos para los consumidores. El informe agregó que la Ciudad de México es la entidad donde los habitantes más celulares tienen, por lo que hay registros de más robos.
Por tal razón, hay más puntos de ventas ilegales para que los usuarios puedan conseguir un buen smartphone a mejor precio. Incluso Miguel Ángel Mancera propondrá ante el Senado una nueva regulación que prohíba la venta de dispositivos móviles usados con el fin de reducir la delincuencia.
Los smartphones robados son fáciles de vender a través de tianguis, concentraciones comerciales o casas de empeño. Un smartphone que oscila entre los 15 y 20 mil pesos mexicanos, podría obtenerse a 3 mil o 4 mil sin papeles.
A su vez, la delincuencia ha cambiado de patrón, ya que si antes se robaban más vehículos, dinero o tarjetas de crédito, ahora los smartphones son los objetos más robados, ya que alguien que cometa ese acto ilícito puede salir fácilmente de la cárcel y la pena es muy barata.
Las autoridades deben ser más eficaces en cuanto a cerrar los mercados ilegales para la venta de celulares robados, aunado a la posibilidad de que se pueda contar con un programa que permita darle seguimiento a quienes son titulares de esos aparatos tecnológicos y la línea que tienen, así como realizar continuos operativos para decomisar los teléfonos ilegales, agregó el portal.