Luego de años y años de evolución tecnológica, Internet parece haberse nivelado relativamente tanto para conexiones residenciales como para conexiones por medio de redes celulares. Los proveedores de telefonía móvil han invertido en nueva infraestructura para poder ofrecer velocidades más competitivas a los usuarios.
Luego de meses de espera el nuevo modelo insignia de Samsung, el Galaxy S8, ha llegado para redefinir algunas características de las versiones actuales de dispositivos móviles. Las grandes capacidades de procesamiento, almacenamiento y conectividad de este nuevo teléfono del gigante surcoreano son su principal arma para conquistar a los usuarios.
T Mobile, una de las empresas de telecomunicaciones más grandes de Estados Unidos, ha probado el nuevo Galaxy S8 con el nuevo estándar de conectividad inalámbrica celular, LTE Gigabit. El nuevo modelo de Samsung no solo es capaz de llegar a velocidades increíbles, sino que también tiene una gran capacidad para gestionar la información que entra y sale del dispositivo por medio de la red LTE Gigabit.
Esto es posible gracias al nuevo chip de Qualcomm, el Snapdragon 835, el cual, como ya sabemos, viene integrado en este nuevo modelo. Este chip posee un modem X16 capaz de gestionar de forma muy eficiente las conexiones entrantes y salientes del dispositivo.
El hecho de que cada vez veamos velocidades más rápidas en la navegación por la red no es casualidad, los contenidos que se crean actualmente necesitan más espacio y los formatos y calidades han evolucionado a tal grado que se necesitan velocidades superiores para poder distribuirlos.
El nuevo Samsung Galaxy S8 sale a la venta en mayo y promete ser un teléfono que muchos amantes de los dispositivos quieran, sus grandes características lo definen como un modelo sólido y duro competidor con su más digno rival, el iPhone de Apple.
Referencia: DigitalTrends