La NASA investiga lo que podría ser el primer ciberdelito en el espacio. El caso de Anne McClain, astronauta en la NASA desde el 2013, dio la vuelta al mundo cuando se conoció que había accedido a la cuenta bancaria de su ex pareja desde el espacio.
Esta acción supuestamente vulneró las finanzas de Summer Worden, pareja sentimental de McClain, razón por la que está siendo investigado para descartar que se haya cometido un ciberdelito.
Aunque todo indicaría que Summer Worden fue víctima de un hackeo, las investigaciones de la jurisdicción de Estados Unidos revelaron que la astronauta tenía conocimiento de las contraseñas, por lo que McClain, accedió a las cuentas sin cometer un ciberdelito. La única ficha que tendría Worden sería que hubieran suplantado su identidad.
«Se habla de un acceso no autorizado a un sistema de información, el cual sí podría llegar a considerarse como ilegal si es que no estaba autorizado. Se trata del clásico ejemplo que tiene muchas variantes y que va a depender de cómo sea investigado en cada país, pero hackeo no fue porque la astronauta tenía la contraseña«, dijo Andrés Velázquez, fundador de MaTTica y experto en ciberseguridad.
Los tribunales tendrán una difícil tarea de ahora en adelante para determinar dónde se cometió el delito, ya que Internet está en todas partes y el espacio no tiene una bandera. Velázquez hizo la comparación de esta disyuntiva con el caso de un niño que nace en el espacio aéreo entre la frontera de dos países.
En ese caso la nacionalidad del recién nacido se asignaría según la bandera que portara el avión. Aplicando la misma jurisdicción para la astronauta de 40 años, el delito tendría que juzgarse de acuerdo a las leyes estadounidenses, por la nacionalidad de Anne McClain.
Los países participantes en la Estación Espacial Internacional son Estados Unidos, Rusia, Canadá, Japón, Italia y Brasil, lo que podría ser confuso para la jurisdicción aplicada en el ciberdelito de Anne McClain.
«La Estación Espacial tiene varias banderas; son seis. Las personas que están involucradas son norteamericanas y una de ellas vive ahí, así que cualquiera pensaría que el caso sería juzgado en Estados Unidos, pero esto nos da pie a mucha conversación«, señaló el experto en ciberseguridad.
Además mencionó que este caso da pie a una gran conversación entre especialistas que buscan juzgar las situaciones que involucran a más de una nación en Internet.
¿Qué hubiera pasado jurídicamente si, hipotéticamente, un caso así ocurriera en México?
En la jurisdicción mexicana se aplica el código penal federal del artículo 211. En el caso de México, no se cumpliría con esa parte de la legislación porque la astronauta ya contaba con las contraseñas, sólo habría procedido si se tratara de un robo de identidad.
«Esto nos deja varias lecciones. La primera que tiene que ver con las jurisdicciones; hay que entenderlas porque son muy complicadas. Se trata de un tema que debe discutirse hacia adelante. El segundo tema, igual de importante, es contar con un recordatorio de proteger nuestras contraseñas y nuestra información«, mencionó Andrés Velázquez.
La búsqueda de la regulación jurídica correcta continuará a partir de la presencia de más casos similares, dándole nuevos retos a los responsables de las leyes alrededor del mundo. Mientras se hacen ajustes en las regulaciones globales es importante cuidar el uso de contraseñas y lo más importante, no compartirlas.