Las redes sociales están entre nosotros mucho más presentes de lo que pensamos. Simplemente vayan a alguna reunión y escuchen los temas de los que se habla. Notarán que algunos de los presentes hablarán de los mensajes o publicaciones que vieron en Facebook, o que encontraron a un viejo amigo en la red social, o si se viralizó un video, etcétera. Las redes sociales parecen estar cada vez más entre nosotros.

Pues bien, cuando estamos en este tipo de portales muchas veces damos Like (Me Gusta), a los mensajes que amigos o familiares ponen. Y no pareciera nada para preocuparnos pero no, el mundo se ha complicado y hasta dar un Me Gusta puede tener consecuencias.

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Por ejemplo, en una Corte en Suiza un hombre fue acusado de dar Me Gusta a mensajes difamatorios en la red social Facebook. Los magistrados en Zurich encontraron que el acusado dio Me Gusta a mensajes que hablaban de actividades como racismo, fascismo y antisemitismo. Y aunque no se dio el nombre del hombre acusado de esto, éste no pudo confirmar la verdad sobre los mensajes a los que les dio Like.

La corte sentenció al hombre a pagar unos 4,000 francos suizos (unos 4,100 dólares) por dar Me Gusta en esas publicaciones. Tiene ahora el derecho de apelar a esta sentencia. Por su parte Facebook aclaró que no tiene ninguna liga directa con el acusado y por ende, no piensa hacer nada al respecto de este caso.

Esta parece ser la primera vez que en una corte se interpreta un Me Gusta como un apoyo explícito a un mensaje particular. La corte de Zurich dijo que estos Like se dieron entre julio y septiembre del 2015, antes de que Facebook pusiese una serie de emojis que ahora los usuarios pueden usar para contestar mensajes o publicaciones de otros. Hasta febrero del 2016, el botón de Me Gusta era la única manera de reaccionar a una publicación, y se había usado para mostrar una serie de emociones, incluso la de preocupación.

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Facebook ha trabajado por más de un año preparando el esquema de reacciones. Trabajaron con sociólogos, consultando grupos y conduciendo encuestas para determinar qué emociones irían a poner al final de cuentas en su sistema. De hecho, no todos quedarán siempre contentos y ya hay críticos que dicen que los rangos de reacciones necesitan más trabajo porque no incluyen emociones importantes como terror o desacuerdo.

Referencias: CNN