Compartir fotos de tus hijos en internet es difícil de resistir. Recuerdo muy bien lo maravillosos y especiales que eran todos los pequeños gestos que mi bebé hacía y cómo deseaba desesperadamente capturar esos momentos y compartirlos con, bueno, todos. Incluso ahora que mis hijos son mayores, sigo luchando por resistir la satisfacción que podría obtener al compartir sus vidas en las redes sociales.
Pero el «sharenting» o «sobrecompartir», términos para publicar continuamente imágenes, videos e información sobre tus hijos en internet, generalmente sin su permiso, es peligroso. Por ejemplo, para 2030, el «sharenting» será la causa de casi dos tercios de los casos de robo de identidad que afectan a los niños de hoy.
Según el estudio » Los padres ‘comparten demasiado’ fotos familiares en línea, pero carecen de conocimientos básicos sobre privacidad» llevada a cabo en 2016 por Nominet, los papás compartían alrededor de 300 fotos al año de sus hijos.
Asimismo, el estudio reveló que la plataforma favorita para hacerlo era Facebook, con un 54%, seguida de Instagram, con un 16%, y Twitter, con un 12%.
No debemos olvidar que México lidera a nivel mundial en la distribución de contenido sexual de menores, convirtiéndose en un negocio ilegal más lucrativo que la venta de drogas y armas. Por lo tanto, compartir fotos sin pensar, como las de las vacaciones en la playa o el bebé en pañales, no es lo más conveniente para los niños.
Teniendo fiestas tan cercanas como Halloween, Día de Muertos y Navidad, es común que las familias compartan fotos de sus pequeños en redes sociales, por lo cual es una prioridad tener en cuenta los riesgos de hacerlo, mismos que te contamos.
¿Cuáles son los riesgos del sharenting?
Compartir fotos de niños, incluyendo su nombre completo y ubicación, facilita el robo de datos.
Fotos de menores semidesnudos pueden ser recogidas y utilizadas como material pornográfico, convirtiendo a los niños en víctimas de la pornografía infantil.
Muchos padres buscan apoyo en línea y comentan públicamente problemas con sus hijos, como problemas de salud, mal comportamiento o circunstancias académicas.
Lo que estos padres ven como una simple ayuda puede llevar al acoso a corto plazo y tener consecuencias negativas en la vida personal y profesional de sus hijos a largo plazo.
Varios niños han denunciado a sus padres por violación de su identidad: una joven austriaca de 18 años demandó a sus padres por compartir más de 500 fotos de ella en Facebook sin su consentimiento, un chico canadiense de 13 años consideró que las imágenes que sus padres habían subido arruinaron su reputación y los demandó, y una nieta neerlandesa demandó a su abuela por negarse a quitar fotos de Facebook.
Muchos niños reportan sentirse avergonzados, que se ha violado su derecho a la privacidad o que han sido traicionados por la actividad de «sharenting» de sus padres, especialmente cuando se conectan por primera vez en línea, generalmente como preadolescentes o adolescentes, y ven toda su vida en línea.
Basado en los muchos riesgos relacionados con el «sharenting», se recomienda que los padres eviten compartir fotos, videos e información de niños pequeños por completo y esperen hasta que sus hijos tengan la edad legal en su correspondiente país, para tener una cuenta en redes sociales.
Cabe señalar que en Unocero recomendamos no compartir este tipo de contenido en línea, pero, si aún así estás dispuesto a hacerlo, te presentamos algunos puntos para hacerlo de forma más segura posible.
¿Cómo compartir fotos de tu hijo en línea de manera segura?
Si sientes que debes compartir, «comparte con cuidado». Siempre pregunta a tu hijo su permiso y considera las consecuencias a corto y largo plazo de tu publicación.
Piensa dos veces en cómo lo que compartes en línea podría afectar la autoestima y la carrera de tu hijo en el futuro.
Nunca, nunca, nunca publiques fotos en las que el menor aparezca desnudo o semidesnudo, incluyendo recién nacidos, baños, en la playa, etc. De la misma manera, tampoco se recomienda subir una foto del menor con poca ropa.
Leah Plunkett, autora de «Sharenthood: Why we should think before we talk about our kids online», tiene una regla clara ante eso, «no publiques fotos en ningún estado de desnudez«.
- Revisa las políticas de privacidad de las redes sociales que utilizas regularmente y limita el acceso a un entorno pequeño y de confianza (solo amigos, no amigos de amigos).
- Mientras lo haces, vuelve a revisar tu lista de amigos. Cuántas de esas personas son realmente tus amigos. Considera revisar y podar tu lista de amigos. Es muy fácil para alguien que no es realmente un amigo tomar una captura de pantalla de una foto o publicación y volverla a compartir de una manera que no deseas.
- Configura una alerta de Google para el nombre de tu hijo, para que te notifiquen cuando aparezca en línea.
- Nunca compartas la ubicación de tu hijo. Las funciones de ubicación y geolocalización se pueden desactivar al compartir imágenes. Tampoco deberías dar pistas sobre los lugares que visitas con frecuencia.
- Nunca compartas el nombre completo de tu hijo.
- Evita compartir toda tu vida, esto crea una biografía digital cuyo uso futuro es desconocido.
- No uses las redes sociales como tu álbum de fotos, descarga tus fotos en tu propio espacio de servidor o, aún mejor, en tu propio disco duro.
Cómo dejar de compartir
¿Sientes que eres un poco adicto a publicar en línea? No estás solo. La mayoría de los sitios de redes sociales están diseñados para ser adictivos. Cada «me gusta», corazón y comentario que recibes envía una oleada de dopamina al cerebro y crea un deseo.
Como cualquier adicción, puede ser muy difícil romper un hábito sin desconectarse por completo. Intenta mover las aplicaciones de redes sociales fuera de la pantalla de inicio de tu teléfono. Si eso no funciona, elimínalas. Si eso no funciona, prueba una aplicación como Qustodio, la misma aplicación que podrías estar usando para bloquear aplicaciones para tus hijos, ¡pero para ti!
La crianza es más importante que compartir en redes
A medida que nuestros hijos crecen en un mundo digital, con consecuencias en línea que no son del todo claras, los padres deben mejorar su conocimiento digital.
Los días inocentes de internet han terminado. Lo que se publica en internet permanece en internet y puede ser utilizado en tu contra y la de tus hijos.
Es tu responsabilidad dar el ejemplo a tus hijos. Si no te preocupas por su seguridad en línea y su reputación, ¿cómo sabrán ellos preocuparse por eso cuando crezcan?
Habla con tus hijos sobre la seguridad en línea y la ciudadanía digital, enséñales a pensar dos veces antes de publicar y, sobre todo, asegúrate de hacerlo tú también.
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