Hasta hace algunos meses, teníamos a los «facebookers»; ahora, tras el nacimiento de Meta (la antigua Facebook) han llegado los «metamates», pero ¿de qué estamos hablando?
El término ha sido utilizado por el propio Mark Zuckerberg, quien en una reunión con empleados sobre la nueva cultura laboral de la empresa, aseguró que los valores de Meta ahora se expresarán en el lema «Meta, Metamates, Me».
De esta manera, «metamates» es el extraño término con el que el CEO de Meta espera que los empleados de la compañía se refieran a sí mismos a partir de ahora, el cual puede traducirse como «metacompañeros».
Cuando menos así lo explicó Zuckerberg desde su cuenta de Facebook:
«Se trata de ser buenos gestores de nuestra compañía y de nuestra misión. Se trata del sentido de responsabilidad que tenemos para con nuestro éxito colectivo y para con los demás como compañeros de equipo. Se trata de cuidar de nuestra compañía y el uno del otro».
Sin duda se trata de un movimiento más que busca consolidar las intenciones de Meta, fuertemente ligadas al metaverso, durante el futuro inmediato.
¿De dónde sacó Meta a los «metamates»?
A decir de Andrew Bosworth, vicepresidente de realidad aumentada y virtual en Meta, el peculiar término se atribuye al reconocido científico y escritor Douglas Hofstadter (autor de Gödel, Escher, Bach), quien fue consultado por un empleado de Meta vía mail para «solicitar ideas» sobre el nuevo sobrenombre que podrían utilizar los empleados de la compañía.
En un principio, la propuesta fue «teammate» (compañero de equipo), mientars que el término «metamate» fue utilizado como una alternativa en una posdata.
Adicional, Bosworth explicó que el nuevo lema de Meta, está basado en uno utilizado por la Marina estadounidense:
«La nave, los compañeros de tripulación, yo» (Ship, shipmate, self), en el que se detalla qué deben anteponer en caso de peligro. Aunque, por fortuna para los ‘metamates’, en caso de que su compañía se hunda, Silicon Valley seguirá lleno de alternativas».
Como era de esperarse el término «metamaters» ha generado toda clase de comentarios dentro y fuera de Meta y aunque las intenciones pueden ser válidas en el camino ppr construir una nueva identidad corporativa, lo cierto es que la historia ha demostrado que Meta y Facebook necesitarán algo más que nuevos nombres para cumplir el objetivo.