Es un hecho que la tecnología ha avanzado a pasos agigantados, específicamente en la ciencia. Facebook inició la tendencia de congelar óvulos de sus empleadas, al igual que otras compañías tecnológicas en Silicon Valley. La sociedad actual se caracteriza por la inmediatez de las cosas, el individualismo y el estrés constante. Las culturas han cambiado; por consecuente, las formas de vida y percepción ante las cosas.
Las mujeres actuales, en su gran mayoría, ya no optan por formar una familia como prioridad, sino que buscan realizarse por medio de estudios y un desarrollo profesional. Además, la economía no siempre se encuentra en las mejores condiciones como para que la sociedad se anime a tener hijos.
Por lo general, las mujeres postergan su fertilidad hasta su tercer década, una vez que hayan realizado sus propios proyectos y hayan generado algo estable para poder ofrecer a los hijos una mejor calidad de vida, de acuerdo a las condiciones políticas económicas y socioculturales. Sin embargo, la situación social no va precisamente de la mano con las biológicas, pues mientras más tarden las mujeres en concebir a alguien, mayores riesgos de salud se presentan.
Por ende, una buena solución al dilema es la congelación de óvulos, los cuales podrían ser catalizadores de la fertilidad, en vista de que la postergación de la maternidad se ha convertido en un fenómeno a nivel global. No obstante, los tratamientos y las tecnologías más avanzadas en fertilización no se han logrado implementar en todos los territorios y continúa siendo un proceso inaccesible y costoso.
Por tales motivos, Facebook es una de las pocas y primeras empresas en brindar estas prestaciones que se caracterizan por tener un precio que oscila entre los 10 mil y 15 mil dólares por sesión. La red social no sólo brinda esas prestaciones, sino que también ofrece a sus empleados planeaciones familiares en las que pueden adoptar a niños, lo cual llama la atención si tomamos en cuenta que muchas compañías no son capaces ni de pagar una licencia maternidad.
La propuesta de la red social se basa principalmente en la premisa de que las empleadas puedan aprovechar más su carrera profesional e invertir más tiempo de su edad fértil al trabajo, sin tener que sacrificar sus deseos de convertirse en madres. Ahora, empresas como Uber, Google y Yahoo también brindan este tipo de prestaciones a las mujeres que desean formar una familia.
Supuestamente, las prestaciones de las compañías pretenden erradicar las brechas de género, romper con el dilema en el que las mujeres deben sacrificar su rendimiento profesional por la presión de tener hijos y viceversa, además de que la congelación de óvulos podría evitar riesgos de salud al concebir bebés después de los años más fértiles.
Por supuesto, múltiples polémicas y debates han surgido al respecto, pues los beneficios que ofrecen las compañías de tecnología podrían ser un gancho aparentemente amigable. ¿Realmente las mujeres se sentirán más atraídas al sector tecnológico con este tipo de prestaciones? ¿Por qué los hombres no tienen la opción de elegir postergar su fertilidad? Quizá se deba a que su anatomía pueda concebir a la edad que sea.
Sin embargo, el mensaje de las empresas tecnológicas queda un poco ambiguo y confuso, pues al brindar tales prestaciones se podría interpretar como lo siguiente: «Vas a seguir trabajando para mí y ya después te preocupas por ser madre«. Además se está dando a entender que el trabajo y la maternidad no van de la mano, lo cual podría ser percibido como un retroceso en lugar de un avance en términos sociales y laborales.
Quizá hasta inconscientemente las mujeres cambien su forma de percibir y de concebir por políticas como las de las compañías en Silicon Valley. Obviamente cada mujer es libre de decidir lo que quiera, pero al estar vulnerables y verse inmersas en la necesidad de trabajar, podrían tomar la propuesta de Facebook como una buena solución, cuando a lo mejor esa ni siquiera era su expectativa de vida y lo que en realidad requieren las madres son otro tipo de beneficios como descansos previos y posteriores al aborto, prestaciones para llevar a cabo un correcto desarrollo en los niños en cuestiones de salud, revisiones médicas, análisis científicos, etc.