Muchas revistas contienen pruebas de todo tipo. En algunas se quiere medir si puedes leer rápidamente y entender un texto, otras son para saber si eres celoso/a o cuál es tu «nombre de luchador». Estos «tests» llenan los espacios de las publicaciones y tengo la impresión que nadie realmente se los toma en serio.
Pero cuando pasamos al terreno de Internet, al lugar donde uno interactúa directamente con otros en línea, las pruebas pueden estar ocultando algo feo: alguien quiere saber tu información personal a través de estas inocentes pruebas para pasar el rato.
Por ello, el departamento de policía de Wisconsin en Estados Unidos pidió a sus residentes que se cuiden de estos texts que a lo largo del año se publican en las redes sociales, porque la mayoría pueden tener fines sospechosos y pueden ir más allá de ser una mera diversión.
Nuevos y divertidos engaños
Hace algunos años cobró popularidad el phishing, que empieza, por ejemplo, con un correo de tu banco indicándote que tu cuenta fue suspendida porque el banco notó un comportamiento inusual.
Entonces te piden que entres a la página que está en el enlace para que resuelvas el bloqueo. Desde luego que no es el banco quien te bloqueó y todo es una mentira para que los ingenuos caigan y den sus números de tarjeta de crédito, con todo y PIN.
Y aunque no lo crean, a pesar de todo lo que se advierta, ¡la gente sigue cayendo en estas trampas y después son defraudados!
Como el truco empezó a ser muy conocido, los maleantes encontraron esta idea de las pruebas y tests de compatibilidad o de cualquier tema que se les ocurra, en donde buscan que las personas den su información personal, muchas veces sin darse cuenta de ello.
¿Para qué quieren tus datos?
Aunque sí se da en algunos casos, lo cierto es que no necesariamente hay quien busca hacerse de los datos bancarios de los usuarios de las redes por medio de estos tests. Muchas veces lo que se quieren son datos de correos electrónicos para hacer listas de spam, que son comercializada.
O bien, cuando se trata de mandar fotos para que un programa las envejezca, le estamos enviando a quién sabe quién, fotos de nosotros, que no sabemos qué usos se les pueda dar, pero que no tienen nuestro consentimiento.
Así pues, muchas veces -que no tenemos nada que hacer- pasamos el rato haciendo algún test en línea sobre cualquier tema bobo, por mera diversión, pero hay que estar atentos siempre sobre los datos que nos piden.
Seamos cautos porque en esta época de la información, más de uno está al acecho para sacarnos ventaja y la solución es simple: no hagamos estos tests, no entremos en estos juegos porque no sabemos qué hay atrás y ¿para qué llevarse sorpresas posteriores?