¿Recuerdas todo el ritual que se llevaba a cabo al poseer una cámara de rollo? Esos tiempos quedaron en el olvido, pero siempre quedarán las memorias de todo lo que vivimos en torno a la fotografía análoga.
Ahora, ya no contamos con celulares que integran cámaras… mas bien tenemos cámaras que cuentan con funciones de teléfono.
Basta con sacar un dispositivo de nuestro bolsillo, abrir la cámara y listo. Todo el software de un smartphone ya está diseñado para optimizar la composición de una imagen y tenemos la posibilidad de guardar cuantas queramos en nuestras galerías.
Pero hay que admitirlo… apenas hace unos cuantos años las cosas eran muy distintas, así que decidimos hacer un recuento de los mejores recuerdos.
No podías ver el resultado
Todos se preparaban para posar y tener una increíble fotografía, pero era imposible saber cómo había salido. Si alguien aparecía con los ojos cerrados, nunca más iba a tener la oportunidad de repetir un mejor gesto.
La emoción de ver tus fotografías reveladas, era inigualable
Una vez que el rollo llegaba a su fin, el siguiente paso era acudir a un centro de revelado para que las fotografías pudieran ser impresas. A veces podían pasar días o semanas para ver los resultados y cuando ese día llegaba, era una de las mejores sensaciones.
Los álbumes familiares estaban a la orden del día
Las generaciones pasadas solían recolectar sus fotografías favoritas para ordenarlas en un álbum. Había un álbum para el hijo más pequeño, para el mayor o para la familia completa… seguramente tus abuelos aún los conservan. ¿Qué pasa ahora? Nuestros recuerdos se pierden en la inmensa capacidad de memoria que tiene nuestro celular.
No podías tomar selfies increíbles
¿Cuántas selfies al día te tomas para elegir una sola y compartirla en Instagram? Eso era impensable. Tomarse una selfie con cámara análoga era todo un proceso y uno muy complicado. Si decidías tomar esta aventura, te arriesgabas a fracasar en el intento porque no había forma de ver el resultado, entonces seguramente muchos se encontraron con rostros partidos a la mitad.
Si perdías tus negativos, ya no había ningún respaldo
Olvídate de una nube que pudiera respaldar todo. ¿Perdiste tu celular? Es horrible, pero no lo perderás todo. En cambio, si tus negativos desaparecían por equis razón… ya no había forma de recuperar esos increíbles momentos registrados con tu cámara.
Siempre se pensaba que había un fantasma en las imágenes
Si había algún problema con el celuloide, el movimiento de la cámara o el proceso de revelado, era común que aparecieran ciertas manchas, por lo que muchos llegaron a pensar que se trataba de una presencia maligna o algo paranormal.
Era un lujo que pocos se podían dar
La verdad es que comprar rollos no era tan económico, como tampoco lo era estar llevando a revelar todo el tiempo. No todos tenían el dinero o tiempo suficiente para tomar fotografías con una cámara análoga. Ahora, hasta los celulares más económicos ya pueden capturar momentos a través de un lente.
¿Tuviste una cámara análoga? Comenta si tienes algún otro recuerdo.