En el 2008 fui a Tonanzintla, en donde tuve acceso a platicar con los astrónomos que trabajan ahí, amén de haber estado en el telescopio de 1 metro con el que vimos Saturno. Más aún, la visita nos llevó al Gran Telescopio Milimétrico, el cual está pegado al pico de Orizaba. Fue una interesante experiencia. A partir de esta visita, me interesó particularmente la radio-astronomía. A diferencia de la astronomía que usa enormes telescopios,en la radioastronomía se usan enormes antenas parabólicas. La ventaja es que este enfoque es inmune a los problemas típicos de la astronomía óptica, como puede ser la luz de fondo (la de las ciudades, que contaminan las observaciones o las hacen más difíciles), o bien, cuando simplemente está nublado no hay manera de observar la bóveda celeste.
En cambio, en la radio-astronomía se atrapan señales electromagnéticas, no necesariamente en el espectro visible, y así podemos intentar estudiar señales que llegan en una longitud de onda específica. Además, no tiene que ser estrictamente de noche para hacer estas «observaciones».
Pues bien, investigando en la red hallé que alguien había escrito un libro sobre cómo hacer radio-astronomía casi a nivel casero. Percival Andrews escribió no solamente un buen tratado para principiantes, sino que en su libro habla de cómo crear un dispositivo electrónico (un amplificador de señales) y más aún, el autor escribió software para procesar las señales que capturaba su amplificador. Le compré su libro por unos 200 pesos y me lo mandó en formato PDF.
Así se ve Saturno. La foto fue tomada con un teléfono celular desde la mirilla del telescopio
Entonces me apersoné en el Instituto de Astronomía de la UNAM. Sonaba interesante desarrollar el proyecto porque por una parte, era claro que en el transcurso del mismo se podría aprender mucho y mi reflexión es que este tipo de trabajos debería hacerse desde nivel preparatoria (y quizás secundaria), para promover el interés por la ciencia. Hablé entonces con Fernando Angeles, quien está en la parte de electrónica de dicho instituto. Aunque Fernando tiene siempre buena disposición, fue a la larga claro que lo que no tenía era tiempo para ayudarme en ese trabajo, porque es claro que mi ignorancia en electrónica es enciclopédica.
Todo lo anterior es a manera de convocatoria. Me gustaría trabajar en el radiotelescopio que Andrews ha desarrollado y necesito gente capacitada en electrónica para que arme el amplificador, que a todo esto, en costo no pasa de los 500 pesos. Una vez teniendo la electrónica funcionando podemos trabajar en el software, del cual Andrews entrega incluso el programa fuente en Visual Basic (que no es lo mejor pero es muy funcional, finalmente).
A quien le interese este proyecto, escríbame a morsa@la-morsa.com.
Referencias: