El sabor de algún alimento no puede protegerse con derechos de autor, de acuerdo con la autoridad legal más alta de la Unión Europea. La decisión fue tomada en un caso en donde se involucraba un queso holandés. La Corte Europea de Justicia indicó que el sabor de los alimentos es «muy subjetivo y variable» como para cumplir los requisitos de la protección de los derechos de autor.
Todo esto surgió a partir de la petición de tomar una postura legal ante el caso de una crema de queso, Heksenkaas, producido por Levola. Esto ocurrió cuando esta firma demandó a Witte Wievenkaas, por haber violado su derecho de autor supuestamente. Heksenkaas dice que su trabajo está protegido por los derechos de autor, por lo que pidió a las cortes holandesas para que se dejara de producir Smilde, producto de Witte Wievenkaas.
La Corte de Justicia de la Comunidad Europea fue entonces consultada por la corte en Holanda para que revisara el caso, en donde Levola insiste en que tiene los derechos de autor sobre el sabor de dicha crema de queso. Pero más general aún, se le pidió a la Corte Europea que emitiera su juicio sobre la posibilidad de proteger con las leyes del «copyright» el sabor de un alimento.
De acuerdo con la Corte Europea, para poder calificar algo bajo las leyes de derechos de autor, particularmente el sabor de una comida, se deberían cumplir dos criterios:
- Que es una creación intelectual original
- Que hay una «expresión» de dicha creación que hace esta «identificable con suficiente precisión y objetividad».
La Corte encontró que «el sabor de un producto alimenticio no puede identificarse con precisión y objetividad». La identificación en este caso se basa en las sensaciones de sabor y experiencias, las cuales son subjetivas y variables, en donde elementos como la edad, las preferencias poer ciertos alimentos y los hábitos de consumo pueden influir en quien prueba un alimento en particular. «De acuerdo con la corte, el sabor de un alimento no puede clasificarse como «trabajo» y consecuentemente no es elegible para la protección de los derechos de autor».
Heksenkaas fue creado originalmente en el 2007 por un productor de vegetales holandés, que fue vendido en el 2011 a Levola. Smilde empezó a producirlo Witte Wievenkaas en el 2014, para una cadena de supermercados también de Holanda. Cabe señalar que esta no es la primera vez que la Corte Europea tiene que emitir un juicio en este sentido y en este tema. En julio del 2018, decidió que el chocolate KitKat no merecía el status de protección, lo que fue un duro golpe para Nestlé en su batalla legal por ponerle derechos de autor al chocolate de cuatro barras.
Así pues, la Corte Europea ha definido legalmente la imposibilidad de acceder los derechos de autor a los sabores de los alimentos. Un interesante precedente a quienes en el futuro insistan en esta idea.