Los sistemas operativos, el software en general, envejece y se vuelve obsoleto. Las razones son variadas pero es claro que, por una parte, los avances en el hardware hacen necesarias nuevas versiones de los programas que las personas usan. Cuando salió, por ejemplo, la interfaz gráfica, muchas empresas que fabricaban software empezaron a portar sus aplicaciones para que corrieran en esa novísima interfaz. Quien no lo hizo seguramente le pasó lo que al camarón que se durmió: se lo llevo la corriente.
Los grandes fabricantes de software, sin embargo, mantienen por unos años el soporte a sus viejos sistemas. Hay quienes no cambian a las nuevas versiones por razones económicas, o porque su sistema funciona bien así, o porque tienen una aplicación que solamente corre en esa vieja versión del sistema operativo y entonces no pueden cambiarse a lo nuevo. Hay pues una inercia y una resistencia al cambio. Por ello Microsoft, por ejemplo, avisa cuando dejará de dar soporte a alguno de sus anteriores sistemas. Ahora le toca a Windows 8 terminar su ciclo de soporte.
El soporte a la seguridad del sistema terminó para Windows 7 a finales del año pasado. Las actualizaciones de seguridad de Windows 8 terminaron el 12 de enero de este 2016. Suena realmente curioso que Microsoft se dé prisa por ir dejando atrás Windows 8, pues éste fue lanzado en el 2012 y normalmente la empresa da unos 10 años de gracia antes de decidir que el software es obsoleto y que no le dará más apoyo. Curiosamente, Windows 8.1 es -aparentemente para la empresa- una «bestia» diferente a Windows 8, por lo que los que tengan la versión 8.1 no tienen de qué preocuparse.
El soporte para la versión 8.1 terminará en unos años hasta donde la compañía ha anunciado. Quienes tengan la versión 8.0 muchos la habrán actualizado a la 8.1 probablemente. Este soporte a 8.1 y Windows 10, a todo esto, terminará en el 2023, dentro de unos siete años, aproximadamente. Cabe enfatizar que hablamos de las actualizaciones en lo que se refiere a seguridad. Esto mismo ocurrirá para las versiones 8, 9 y 10 de Internet Explorer, que también dejarán de ser soportadas desde el 12 de enero de este año.