Cuando salió Windows Vista, los usuarios de Windows XP pensaban que esta nueva versión, que exigía muchos más recursos de máquina, no era francamente necesaria. XP parecía hacer todo adecuadamente y mucha gente decidió no actualizar su Windows. La versión Vista fue un relativo fracaso en el sentido de haber obtenido malas críticas aunque en honor a la verdad, quizás fueron exageradas.
Con el tiempo salió Windows 7 que parece de nuevo ser Vista con una serie de parches funcionales y de una interfaz relativamente más pulida. Entonces la inercia de los usuarios de XpP indicó que se mantendrían con su bonita y utlizable versión, a la cual Microsoft contestó que le seguiría dando soporte. Hoy en día Microsoft parece haber ya brincado la resistencia de los usuarios de XP y ahora Windows 7 es más usado que la famosa versión XP. Curioso es saber que para octubre del 2011, los números de las estadísticas ponían aún a XP sobre Windows 7 y se había anticipado que esta nueva versión sobrepasaría a la de los usuarios de la anterior en unos cuatro meses. Les llevó más de ocho meses.
Para agosto del 2012, Windows tenía el 91.77 por ciento del mercado de los sistemas operativos, por lo que el que crea que Microsoft está acabado, debería reconsiderar su opinión de acuerdo a estas cifras. Un mes antes, en julio del 2012, tenía Microsoft participación en los sistemas operativos en 92.01 por ciento. Aún así, hay un gran porcentaje de usuarios de XP y aunque faltan unas ochenta semanas para que Microsoft decida no dar más soporte a XP, poco a poco la tendencia empieza a ser favorable a la versión 7, con lo cual lenta, pero inexorablemente, la gente tendrá que dar en algún momento el paso a alguna actualización del sistema operativo.
De hecho, es claro que con la llegada de Windows 8 las cosas podrán ponerse más o menos de la misma manera. Los usuarios de XP, Vista y Windows 7 buscarán mantenerse en las computadoras de muchos usuarios que no quieren cambiar, pues su sistema les satisface tal y como está. Si consideramos que Windows 8 es un paradigma diferente con respecto a las interfaces gráficas y que, además, Microsoft está impulsando esta iniciativa porque quiere que todos sus dispositivos se vean corriendo en la misma interfaz, la resistencia de los usuarios al cambio podría modificarse en el futuro.
Sin embargo, es claro que ya Microsoft entiende esta resistencia al cambio. La inercia de algo que es funcional parece ser denominador común entre usuarios de un sistema operativo. ¿Para qué cambiar? se preguntará más de uno… Pero habrá que esperar las cifras en los próximos meses. Quizás nos llevemos alguna sorpresa.
Referencia: NetMarketShare