Con la llegada de Internet, los medios de comunicación han tenido que saber adaptarse a las nuevas tecnologías y a los más recientes canales de información. El periódico impreso es uno de los grandes ejemplos, pues con las computadoras y dispositivos móviles, difícilmente la prensa podría sobrevivir.
A lo largo del tiempo, la era de la información ha revolucionado por completo. Los periódicos y las revistas tuvieron que digitalizarse con el fin de lograr mayor alcance y no perder de vista a la sociedad. Gracias a los nuevos canales, los medios de comunicación han logrado prevalecer y mantenerse al margen; sin embargo, los usuarios cada vez más buscan mayor inmediatez y rapidez en los contenidos.
Millones de personas únicamente se basan en los encabezados para conocer la noticia o «informarse» al respecto, por lo que diversos medios y revistas han recurrido al famoso Clickbait, el cual recurre a oraciones amarillistas que fungen como generadores de morbo. De ese modo, los usuarios se ven obligados a leer el texto, de lo contrario, la noticia pasaría desapercibida.
Conforme transcurre el tiempo, la sensibilidad en la sociedad se ha ido deteriorando cada vez más, el interés por el contexto político sociocultural es casi nulo. Saber que miles de personas desaparecen o mueren, ya no le incumbe a nadie. Decir que alguien fue decapitado y que su cabeza fue colgada en el centro de algún pueblo lejano, es como decir que Justin Bieber desayuna Zucaritas todos los días.
La valía de la información ha perdido bastante peso. Las generaciones actuales ya solamente buscan datos curiosos, inmediatez, contenidos insulsos y efímeros. Como para todo hay una reacción, quizá la causa se deba a la llegada de las redes sociales, en las que los mismos medios de comunicación han tenido que llegar para que sólo de esa forma los usuarios tengan al alcance la información.
Sorprende saber que la mayor parte de la sociedad basa sus conocimientos en las redes sociales y no necesariamente de manera productiva. En fin, supongamos que asimilamos la realidad y que lamentablemente los usuarios utilizan a Facebook u otras plataformas para conocer la información de su contexto. No está mal, los medios han sabido hacerlo, han realizado sus propias estrategias para tener apertura y alcance, pero ¿a qué viene todo esto? Se debe a que el día de hoy, surgió una noticia que señala que WhatsApp ya se ha convertido en la tercera mayor fuente de noticias del mundo.
La noticia sin duda es alarmante y denota la decadencia de nuestra sociedad actual. Hemos visto cómo miles y miles de personas se dejan llevar por lo que transita en WhatsApp como si fuera la verdad absoluta. Casi nadie se toma la molestia de verificar las fuentes originales o verídicas.
Twitter, por ejemplo, es una red social que destaca precisamente por la inmediatez, pero si los usuarios saben sacar el provecho debido, en realidad es una herramienta muy útil para informarse, comparar, o discernir entre algunos acontecimientos; incluso tiene la gran posibilidad de la retroalimentación entre medios y audiencias.
Lamentablemente, WhatsApp se ha convertido en una de las principales herramientas para el consumo de información a nivel mundial, según indica un nuevo estudio llevado a cabo por Reuters Institute for the Study of Journalism y que cubre en total 34 países de todo el mundo. En países primermundistas como Estados Unidos y Reino Unido, el consumo de información oscila entre el 3 y 5 por ciento, pero en territorios como Malasia, la cifra aumenta a más del 50 por ciento, algo verdaderamente alarmante.
Actualmente, Facebook lidera como medio principal de información, pero WhatsApp no deja de avanzar. El estudio reveló, de igual modo, que la mayoría de los usuarios prefieren compartir y comentar de forma privada y en chats con grupos reducidos de personas lo que sucede día con día, es por eso que la app de mensajería se ha postulado como una herramienta cada vez más útil para la sociedad, sobre todo si nos vamos a países en los que la libertad de expresión no existe en lo absoluto.
Si la tendencia de la información se comienza a orillar en plataformas como Facebook, WhatsApp o YouTube, los medios fidedignos de comunicación deberían empezar a encontrar estrategias para poder adaptarse. Tal vez de esa forma el consumo de información deje de ser tan deplorable y la sociedad encuentre un balance entre el conocimiento relevante y la inmediatez. Probablemente WhatsApp también tenga que desarrollar perfiles verificados para instituciones y empresas, lo cual podría funcionar como una nueva vía de comunicación entre lectores y revistas.
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