La astronomía es una ciencia fascinante. Por una parte, los científicos tienen que hacer conjeturas educadas, sobre los fenómenos que se observan en otros mundos y, por otra, podemos observar gracias a la tecnología que tenemos, eventos que son espectaculares y sorprendentes.
La NASA se ha encargado de mandar sondas a los diferentes planetas para entender más. El año pasado supimos mucho más de Plutón. Este año será para Júpiter, pues la sonda Juno está por llegar a la atmósfera joviana, después de cinco años de viaje. Para la preparación de esto, ya los científicos han puesto al Hubble a observar a Júpiter, y los resultados previos no pueden ser mejores.
A través del telescopio espacial, en los instrumentos que trabajan en el espectro ultravioleta, los investigadores capturaron una aurora joviana más grande que el tamaño de la Tierra. Las imágenes de la misma son por parte de la Agencia Espacial Europea (ESA) y se compone de dos fotos: una óptica, tomada en la primavera del 2014 y la segunda, tomada con los sensores ultravioletas este año.
“Estas auroras son dramáticas y entre las más activas que hemos nunca antes visto”, dice Jonathan Nichols, de la Universidad de Leicester. Nichols es el investigador principal en el estudio de Júpiter través del Hubble con la idea de avanzar en el mapeo del planeta para antes de que llegue Juno a su destino.
Las observaciones de la aurora están perfectamente sincronizadas con la posición de Juno hasta este momento. La nave está volando mientras observa el viento solar que ayuda a crear el show fascinante de luces, así como ocurre en la Tierra. El viento solar consiste en un chorro de partículas cargadas que fluyen desde el Sol a través de todo el sistema solar. Cuando estas partículas interactúan con la atmósfera del planeta y el campo magnético, se crean las auroras, en forma de gas que libera fotones de luz.
“Y en la medida que el Hubble observa y mide las auroras en Júpiter, Juno está midiendo las propiedades del viento solar, una colaboración perfecta entre el telescopio y la sonda espacial”, dice la ESA.
Hay que señalar que, además del viento solar, en Júpiter las auroras son más intensas gracias a la ayuda de las partículas de su luna Io. Esto no solamente hace que la aurora sea más grande que las que se ven en la Tierra, sino cientos de veces más energéticas, de acuerdo a la ESA.
No es la primera vez que el Hubble observa auroras en Júpiter mientras se acercan sondas al planeta. Ya ha trabajado en conjunto en la misión Cassini del año 2000 y con la sonda New Horizons, en el 2007.