Cuando el 11 de agosto del 2014 se confirmó la muerte de Robin Williams, un fuerte vacío quedó entre la industria cinematográfica, así como en todas aquellas personas que, en algún momento de su vida, se identificaron con algún personaje interpretado por Williams.
Cuando falleció, el actor dejó un legado de más de 100 películas en las que participó en sus casi 40 años de carrera artística, siendo la última de ellas «Absolutely Anything», una película en la que, aunque no aparece físicamente, prestó su voz para darle vida a Dennis, un perro que, gracias a los poderes casi mágicos de su dueño, puede hablar tal y como lo hace cualquier persona.
Este es el #VAD del día.