Cambiar una llanta del auto es, probablemente, una de las actividades más molestas que pueden existir cuando se tiene un auto. Y es que pareciera que lo hacen apropósito, pero siempre se ponchan cuando uno lleva prisa, cuando hay tráfico, mientras está lloviendo o, mejor aún, cuando no se tiene llanta de refacción.
Pero no sólo eso, cambiar una llanta implica ensuciarse, arrodillarse en el piso, tener que sacar el “gato” y hacer el esfuerzo de aflojar los birlos, quitar la llanta, poner la otra, apretar los birlos y ver que todo haya quedado bien. Todo esto quita tiempo, pero no para este equipo alemán que, en un tiempo récord, logró cambiar las cuatro llantas de un vehículo.
Este es nuestro #VAD del día.