Científicos del Instituto Real de Tecnología de Melbourne han desarrollado un método para detectar dióxido de nitrógeno (NO2) a través del smartphone, un contaminante atmosférico que contribuye a más de siete millones de muertes en el mundo cada año, según la Organización Mundial de la Salud.
El NO2 es un compuesto químico formado por los elementos nitrógeno y oxígeno, uno de los principales contaminantes entre los varios óxidos de nitrógeno. Se forma como subproducto en los procesos de combustión a altas temperaturas, como en los vehículos motorizados y las plantas eléctricas. Por ello es un contaminante frecuente en zonas urbanas.
El dióxido de nitrógeno es uno de los gases responsables de la lluvia ácida, ya que al disolverse en agua origina ácido nítrico.
En concentraciones de corta duración superiores a 200 mg/m3, es un gas tóxico que causa una importante inflamación de las vías respiratorias. Estudios epidemiológicos han revelado que los síntomas de bronquitis en niños asmáticos aumentan en relación con la exposición prolongada. Además de correlacionarse con la disminución del desarrollo de la función pulmonar en las ciudades.
«El impacto negativo del dióxido de nitrógeno podría prevenirse mediante el acceso a sistemas de seguimiento personalizados, muy selectivos, sensibles y fiables que puedan detectar niveles nocivos del gas de forma temprana», dijo Kourosh Kalantar-Zadeh, responsable del proyecto.
«El método que hemos desarrollado es un gran comienzo para la creación de un sensor de NO2 de mano, de bajo costo y personalizado, que incluso pueda ser incorporado en los teléfonos inteligentes».
El nuevo método consiste en sensores, que actúan absorbiendo moléculas del gas dióxido de nitrógeno con copos de disulfuro de estaño, no sólo aumentan el nivel de sensibilidad hasta los estándares de la Agencia de Protección Ambiental estadounidense, sino que superan a cualquier otra solución de detección de dióxido de nitrógeno del mercado.
El disulfuro de estaño es un pigmento de color marrón amarillento utilizado generalmente como laca dorada. Para crear los sensores, los investigadores transformaron este material en copos de pocos átomos de espesor.
La gran superficie de estos copos tiene una alta afinidad con las moléculas de dióxido de nitrógeno, lo que permite una absorción muy selectiva.
Sin duda un avance que nos muestra lo que muy probablemente en un futuro cercano las posibilidades y capacidades que podrán tener incorporados nuestros smartphones.