El fotógrafo Markus Thompson se encontró con una Canon EOS 1000D al final de un muelle en Deep Bay, en la Columbia Británica, mientras buceaba. Al parecer, la cámara había estado ahí por más de un año, desde agosto de 2010 para ser precisos. Al realizar una inspección más cercana, Thompson descubrió que la tarjeta SD insertada en la cámara seguía en condiciones funcionales.
La tarjeta SD en cuestión tenía fotos de unas vacaciones familiares de algunos bomberos habitantes de la Columbia Británica y por lo tanto Thompson decidió echar mano de las redes sociales y encontrar al dueño para devolverle su colección fotográfica. Para esto, usó Google +.
Después de un mensaje que describe cómo se encontró la cámara, tomó sólo un par de días para la comunidad de Google + localizara al propietario que es un bombero en la Columbia Británica. Él ha entrado en contacto y pronto podrá recuperar las fotos de su familia que había perdido hace más de un año.
Esto es un ejemplo más de que todavía hay algún tinte de humanidad en las redes sociales y de que la gente puede tomar un poco de su tiempo para ayudar a alguien que lo necesite, aunque no se conozcan personalmente.
En caso de que te preguntes qué tarjeta SD pudo aguantar tal cantidad de tiempo bajo el agua, se trata de una SanDisk Extreme III 20mb/s de 2 GB, aunque es posible que cualquier otra tarjeta hubiera sobrevivido igualmente.
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