“El material es una resina poliéster con nanoarcillas que presenta múltiples ventajas por ejemplo, en lugar de métodos químicos, se usa agua para separar sus capas, lo que permite mayor interacción con ese plástico aumentando sus propiedades mecánicas, ópticas, térmicas, o bien retardantes a la flama, entre otras”, indicó Antonio Sánchez Solís integrante del equipo de investigación.
El material es transformado por método de pultrusión (proceso productivo de conformado de materiales plásticos termorrígidos para obtener perfiles de plástico reforzado, de forma continua, sometiendo las materias primas a un arrastre y parado por operaciones de impregnado, conformado, curado y corte). “Para producir agujas hipodérmicas, cuyo comportamiento es similar a las de acero inoxidable pero más baratas de producir y a diferencia de las de acero que no pierden su filo, lo que representa cierto peligro; las de poliéster con nanoarcillas sí lo pierden, y no son susceptibles de reuso”, agrego Sanchez Solis
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en países pobres es habitual que se reutilicen las jeringas sin esterilizar, a lo que se deben sumar los pinchazos accidentales entre personal médico y de limpieza; en consecuencia, más de un millón de individuos en naciones en desarrollo fallecen cada año por algún padecimiento derivado.
Sánchez Solís destacó que una parte importante de este proyecto es el uso del método de pultrusión, técnica “que nos permite crear microperfiles, lo que hace que este material pueda aplicarse en otras industrias”.
Esta investigación forma parte de la tesis doctoral de Alejandro Rivera, quien recibió en 2010 un premio al patentamiento en la UNAM (del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación, de la Coordinación de Innovación y Desarrollo).
Entre las aplicaciones donde se podría aprovechar esta tecnología se encuentra el sector de la construcción ya que el método desarrollaría grandes estructuras de plástico de bajo costo y gran resistencia que sustituirían las partes metálicas.
“Si hiciéramos varillas para la construcción con estos microperfiles las edificaciones serían más ligeras, o bien, podrían levantarse los muelles en los puertos, con la ventaja de que este material no se corroe ni oxida con el agua salada”.
Referencia: IIM