Tres estudiantes graduadas de la Universidad de Dakota del Norte salieron de una misión simulada de Marte, quienes se dijeron cansadas, felices y con ganas de comida muy condimentada. La idea del experimento fue estar encerrados por 10 días de manera que desarrollaran algunos experimentos relacionados sobre cómo el aislamiento de las misiones espaciales puede afectar la cohesión de los participantes en una eventual misión al planeta rojo.
Curiosamente, las tres estudiantes, Carolyn Newton, Poonam Josan y Brittany Zimmerman, agregaron al experimento algo de diversión y entretenimiento al mismo. Por ejemplo, grabaron dos videos musicales, “Hands to Myself”, de Selena Gómez y “Space Oddity”, de David Bowie. Hicieron tacos para celebrar el cinco de mayo incluso. Cocinaron un pastel que incluía en el betún el nombre de las participantes y amigos que cumplieron años mientras ellas “estaban en Marte”… “Y bailamos mucho”, agregó Zimmerman.
Esta fue la tercera misión sobre el hábitat inflable de la escuela y el primero en el que toda la tripulación fueron solamente mujeres. El estudio inaugural se realizó en el 2014 y también fue por solamente diez días. Hubo un experimento de 30 días en el 2015. Zimmerman, de 26, Newton, de 25 y Josan, de 23, dicen que podrían haber estado 30 días sin problemas. “De hecho sabíamos que no nos mataríamos unas a otras”, dijo Newton riendo.
En los dos experimentos previos, los estudiantes dejaron el hábitat para probar un carrito eléctrico así como trajes espaciales. Las tres mujeres en este caso nunca vieron la luz del Sol. Interactuaron directamente con Sophie Orr, en el control de la misión, en donde participaron en sesiones de Skype con estudiantes de las escuelas elementales que les hicieron todo tipo de preguntas. La pregunta favorita fue, sin embargo, si creían ellas en extraterrestres.
Las estudiantes tenían asignados roles específicos en la misión: Newton debía estudiar cómo la personalidad y el humor afecta el estrés cuando se está en confinamiento. Josan, investigó cómo el aislamiento y la falta de la luz solar afectó los patrones de sueño y los estados de humor. Zimmerman, por su parte, probó el crecimiento de plantas en el espacio.
Y aunque hay aún que analizar mucha información, las mujeres indicaron que el problema más notorio fue el desajuste en los patrones de sueño. “Durante los primeros días estábamos en nuestros horarios normales, pero al terminar la misión, nos íbamos a la cama a eso de las 4 o 5 de la mañana”, dijo Josan.
La burbuja inflable fue muy confortable, dijeron las estudiantes, excepto un par de días en donde la temperatura fue de unos 33 grados celsius. Esos días fueron complicados y las estudiantes decidieron dormir en el piso porque simplemente en el colchón tenían demasiado calor.
Todos estos estudios buscan, sin duda, entender más sobre aislamiento, confinamiento y situaciones límites, que enfrentarán los eventuales astronautas que vayan a Marte en algún momento. Hay una cantidad enorme de retos, pero claramente, el ser humano está ya empeñado en llevar una misión humana a Marte. No hay nada que por el momento pueda evitar eso.
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