En algunas ciudades muy calurosas, las personas tienen en sus casas muchas veces una alberca familiar. No hablamos de grandes piscinas pero claramente son un mecanismo potencia en contra de la vida cuando hay niños pequeños los cuales, quizás en un descuido, podrían caer al agua y ahogarse casi a metros de sus padres que no han advertido el problema.
Con esta problemática en mente, el ingeniero eléctrico de Gran bretaña, John Barstead, diseñó la «Alarma Delfín«. He aquí como funciona: Cuando los niños no tienen por qué estar cerca de la piscina, estos pueden tener puesto un brazalete especial. Si caen por accidente al agua, el brazalete generará tres tonos de sonar tan pronto como se caiga en el líquido elemento. La señal se detecta entonces en un hidrófono que contiene una unidad receptora que flota en la alberca. Cuando ocurre esto, lanza una alarma de 131 decibeles. Transmite además la alerta a una unidad remota que puede estar a uno 150 metros lejos, lo que hará sonar una alarma en ese sitio.
El equipo de Barstead ha empezado a tratar de recolectar dinero para su producto en Kickstarter. Pide 201 dólares por el dispositivo, el cual es la mitad de lo que se venderá comercialmente si es que el proyecto tiene éxito.
Estos dispositivos tienen sin embargo un par de peros importantes y es que los adultos tienen que poner los brazaletes a los niños cuando están cerca de la piscina. Evidentemente esto puede olvidarse o bien, incluso el brazalete no estar funcionando adecuadamente. ¿Cómo confiar en la tecnología en este caso? No está muy claro. De todas maneras la idea parece interesante. Habría que pensarse quizás en variantes de esta idea. ¿Qué tal una alarma que esté flotando en la alberca y cuando exista un movimiento brusco, entonces emita una alarma? Desde luego, si se va a estar en la alberca nadando y jugando, se podría desconectar el dispositivo. Así, ni siquiera se necesita brazalete alguno.