Hace unos pocos años la NASA envió un robot a Marte, el cual era relativamente más grande que los anteriores que ya habían llegado a la superficie del planeta rojo. El Curiosity es mucho más complejo que sus antecesores y además, tiene cámaras de mucha mejor resolución, además de una serie de aparatos de medición química cuyo fin era encontrar rastros de vida en uno de los planetas más parecidos en muchos sentidos a la Tierra.
Pero las misiones a Marte no han terminado y se espera tener un nuevo robot autónomo en el 2020. La nueva sonda ya está en la cuarta fase de su desarrollo, la cual incluye el ensamblado final, las pruebas y el lanzamiento.
Se espera que «el nuevo Curiosity» se lance entre julio y septiembre del 2020 y empiece su misión de explorar áreas que alguna vez pudieron haber tenido vida microscópica.
En esta última misión del programa de exploración de Marte, los objetivos del Mars 2020 se basan en los resultados obtenidos por la sonda Curiosity en cuatro años de trabajo en el planeta vecino. Su objetivo primario será el visitar áreas que los científicos piensan que fueron habitables en algún momento y entonces analizar muestras de piso y de rocas para buscar evidencias de vida pasada.
Además, se espera que estas muestras puedan ser guardadas y recuperadas para llevarlas a la Tierra por una misión en el futuro. Además de estos trabajos, la sonda estudiará el entorno marciano para ver qué tan factible es realmente mandar una misión tripulada al planeta rojo.
El Mars 2020 se basa en el diseño del Curiosity y probablemente esto es por el éxito de dicha misión. Tiene el mismo chasis y aparentemente las ruedas serán cambiadas después de que las del Curiosity han tenido algunos problemas. Se usará —como en el Curiosity— un generador de energía basado en plutonio, lo cual garantiza que la nave no se quede sin energía como ocurrió con experiencias pasadas usando paneles solares, los cuales por el polvo terminaron por hacer sucumbir a los robots.
El Mars 2020 tendrá un brazo y cámara similar al Curiosity, pero incluirá una nueva suite de siete instrumentos científicos, desarrollados por los socios estadounidenses e internacionales. Incluye un nuevo taladro con un rack de 30 tubos para muestras, los cuales podrían ser analizados en la Tierra si se halla la manera de que sean re-enviados a la misma en el futuro.
También habrá instrumentos para estudiar los químicos, los minerales, las propiedades físicas y orgánicas de Marte, buscando evidencias de vida en el pasado. Tiene desde luego cámaras de alta resolución, tres espectroscopios que pueden estudiar las rocas y el piso a la distancia, sensores de polvo y clima, un radar para penetrar en el suelo y micrófonos, que enviarán los primeros audios con los sonidos en el planeta rojo.
La nave que llevará al Mars 2020 usará el mismo esquema que dejó al Curiosity en Marte, aunque será mejorado usando un radar que manejará el descenso y el aterrizaje de manera que la NASA piensa que el área donde podría aterrizar el robot, podría ser elegida con mayor precisión, haciendo a la mitad la incertidumbre del lugar final del aterrizaje.
Más aún, el Mars 2020 tomará fotos durante el descenso para que el robot pueda usar estas imágenes como mapas para identificar y evitar áreas poco seguras así como para ir a sitios que no tienen ningún interés. Mientras tanto, las cámaras mandarán imágenes de la apertura del paracaídas, lo que llevará a dar información que ayudará a los ingenieros a diseñar mejores versiones para el futuro.
La NASA dice que el progreso del Mars 2020 ha sido acelerado debido en parte al diseño del Curiosity. Esto ha permitido que el equipo de desarrollo use sistemas ya probados y componentes que ya se han construido en las tres primeras fases de diseño y fabricación.
Geoffrey Yoder, de la NASA ha dicho: «El robot Mars 2020 es el primer paso en una campaña para una misión múltiple que permita regresar a la Tierra muestras seleccionadas y selladas de las rocas y piso marciano».
«La misión marca un parteaguas en las investigaciones de la NASA sobre Marte, pues se buscará determinar si hubo vida alguna vez en el planeta y si la meta de mandar seres humanos en el futuro al planeta rojo es asequible».