Los primeros plotters, dispositivos que permitían hacer gráficas en papel directamente, utilizaban plumones y una técnica por demás sofisticada. Donde se ponía el plumón, una serie de motores controlaban el movimiento del mismo y con ello podían dibujar cualquier gráfica en dos dimensiones. De hecho, las gráficas que se generaban se tenían que convertir a movimientos del plumón y el resultado eran imágenes simples, pero que nos mostraban nuestros datos graficados. De hecho, el plotter podía incluso escribir las letras del alfabeto y a mí me daba la impresión parecida a cuando uno ve un zurdo escribir en un papel.
Estos dispositivos hace ya algunas décadas desaparecieron, se volvieron obsoletos ante las nuevas tecnologías. Sin embargo, el autor de un blog que se autodenomina Vegipete, halló un viejo plotter en la universidad, probablemente de los años ochentas. De acuerdo a lo que dice, no había más que el dispositivo y listo, por lo que este verdadero héroe decidió hacer ingeniería en reversa sobre el circuito de impresión y lo puso a trabajar con su Apple II.
Sin embargo, no fue un proyecto que empezó y terminó en un par de semanas o meses. Vegipete olvidó por un tiempo el proyecto y de pronto se encontró trabajando con aceleraciones lineales con un microcontrolador PIC. Entonces recordó el plotter aquel y se dio cuenta que podría crear una versión embebida que funcionara con su vieja Apple II. Construyó así un circuito que podía ser controlado por un adaptador. Escribió el software básico y como dice el autor: hizo algunas de las gráficas típicas que se ven en fractales en 2D. Ahí halló la existencia del algoritmo de Bresenham para pintar líneas rectas, el cual desconocía.
El resultado me parece estupendo. Además, a diferencia de los plotters que yo usé en la Facultad de Ciencias, aquí, para escribir letras, se mueve tanto la pluma como el rodillo. No veo muy fácil esta interacción, la cual hace que el trabajo incluso sea, en mi opinión, más impresionante.
Referencias: