Un equipo de seis jugadores humanos fueron derrotados por un sistema de inteligencia artificial (IA) en el juego del póker, en una serie de encuentros de exhibición llevados a cabo en China. El sistema inteligente, bautizado como Lengpudashi, ganó unos 290 mil dólares en una competencia que duró 5 días. Ésta es la segunda vez en este año que un programa de inteligencia artificial ha vencido a jugadores profesionales de póker. La primera vez ocurrió cuando el programa llamado Libratus, que es una versión anterior al que ahora jugó, venció a cuatro de los mejores jugadores profesionales de póker, durante un evento que duró 20 días en el mes de enero.
Estos sistemas fueron desarrollados por Tuomas Sandholm, un científico y profesor de cómputo en la Universidad Carnegie Mellon y el estudiante de doctorado Noam Brown. El dinero ganado en estas competiciones será donado a Strategic Machine, una firma fundada por ambos académicos.
El equipo humano que compitió contra Lengpudashi, fue liderado por Yue Du, un jugador aficionado al póker que ganó las series mundiales de póker en la categoría Texas Hold’em el año pasado. El equipo “Dragón” consistió en un grupo de ingenieros, programadores e inversionistas, quienes intentaron usar la teoría de juegos (invento de John von Neumann), así como su conocimiento sobre la inteligencia de las máquinas para anticipar y contrarrestar el juego de Lengpudashi.
Es bien sabido que el póker es un juego de suma-cero, es decir, que la ventaja de un jugador es la desventaja del rival. Pero en el caso del póker, a diferencia del ajedrez, las damas inglesas o el Go, el primero no es un juego de información perfecta, es decir, ningún jugador sabe el estado de todo el sistema en todo momento. Dicho de otra manera, un jugador no puede saber qué cartas tiene el o los contrarios. Por ello, aquí los jugadores pueden “blofear” cuando les toca jugar, es decir, hacen una jugada que busca hacer creer al rival que se tiene una muy buena mano. Y esto es incluso más interesante que otros juegos atacados por la IA porque el blofear es como mentir, y esto pareciese ser imposible de programar en primera instancia.
Al respecto, el estudiante Brown dice: “la gente piensa que blofear es algo muy humano, pero en realidad esto no es cierto”. Y agrega: “una computadora puede aprender de la experiencia de que teniendo una mano débil y blofea, puede ganar más dinero”. Tanto Libratus como ahora Lengpushadi corren desde el Centro de Supercómputo de Pittsburgh.
El uso de estas experiencias va, desde luego, más allá de ganarle a los seres humanos en los juegos que ellos juegan. Lo que se aprende en estas competiciones bien puede servir para atacar otros dominios en donde de nuevo, no hay un sistema de información perfecta, un asunto que es muy común en el mundo real.
Referencias: BBC