En una época donde los gigantes vuelven a dominar el planeta, la lucha por ostentar el título de la construcción del edificio más alto del orbe continúa más intensamente que nunca. Para muchos, los rascacielos representan una indudable representación del avance de la civilización humana y la riqueza de una región geográfica en particular; sin embargo, en esta ocasión no solo se trata de construir un rascacielos de 220 pisos, sino de hacerlo en el tiempo récord de 90 días.
La proeza arquitectónica se valdrá de un 95% de la producción del edificio de piezas prefabricadas, proceso que acelerará la producción 20 veces más que los métodos que se habían estado utilizando en las últimas décadas. Broad, la compañía responsable de esta hazaña se dedica principalmente a la construcción de sistemas de aire acondicionado. Sin embargo, su reciente éxito al demostrar la rápida construcción de un prototipo de hotel de 15 pisos de altura en apenas una semana demostró que su método puede ser eficaz, barato, eficiente, viable y muy resistente.
Este proceso se llama Broad Sustainable Building (BSB) y es el mismo método que se planea utilizar en el Sku City One, el rascacielos más alto hasta el momento. ¿Qué hizo a esta compañía anunciar una hazaña que quizá se convierta en un fracaso de proporciones épicas? Una exitosa prueba de un prototipo de treinta pisos de altura que se sometió a un terremoto de magnitud 9.0 simulado sin mostrar ningún tipo de daño estructural.
Bajo este principio,el Sky City One estará diseñado para resistir severos terremotos, el impacto del aire sobre la estructura, entre otros peligros típicos a los que los rascacielos se enfrentan. De construirse, esta moderna torre de Babel albergará a más de 100 mil personas trabajando, conviviendo y viviendo dentro del inmueble. El Sky City One contará con mas de un millón de metros cuadrados de piso útil y sus 220 pisos estarán conectados por 104 elevadores de alta velocidad.
La sustentabilidad es también un problema que el Sky City One piensa resolver al consumir sólo un qunto de la energía que un edificio convencional usaría si tuviera su tamaño. Por último, el precio estimado de construcción de esta inmensa torre será de 628 millones de dólares —un precio mucho menor al de su competidor más cercano, el Burj Kalifa, en Dubai, Emiratos Árabes—. Los trabajos de construcción iniciarán en noviembre de este año y finalizarán en enero de 2013. Aún falta la autorización de las autoridades chinas.
Las proyecciones iniciales apuntan a que, además de alto, este edificio será tremendamente inmenso, por lo que quizá, sea el primero de una incipiente tendencia de construcción de rascacielos altos y monumentales. Broad es una empresa china cuyo CEO, Zhang Yue, tiene mucha confianza en el proyecto. El edificio planea construirse en Shanghai.