La electrónica cada vez parece ser más cotidiana a todos nosotros. Por ejemplo, vemos que hay muchísimas tarjetas de desarrollo en el mercado. Hay fabricantes como Microchip, que hace familias enteras de microcontroladores, que permiten hacer sistemas embebidos, la mayoría de ellos pequeños y portátiles. Otro ejemplo de ello pueden ser las tarjetas Arduino, que además, son de hardware y software libre.
Evidentemente muchos aficionados a la electrónica hacen sus propias tarjetas con circuitos comerciales. Para ello, muchas veces las diseñan con programas específicos y una vez que se tiene el prototipo de la tarjeta, se manda a “imprimir” directamente en una placa. Este procedimiento se puede hacer en casa o bien, ir a alguna de las muchas empresas que dan este servicio. Desde luego que todo esto consume tiempo y dinero, amén de traslados a donde se hacen este tipo de trabajos. Por ello, un proyecto para usar una impresora de inyección de tinta para hacer circuitos para tarjetas electrónicas, podría ser una interesante solución. Ya hay uno que busca fondos a través de Kickstarter.
Para poder lograr esto, se requiere de tinta que sea conductora, así como plumas de ese tipo de tinta. Eso ya se tiene, por lo que el siguiente paso parece ser muy lógico: imprimamos en papel nuestras tarjetas de circuitos electrónicos usando cartuchos de tinta conductora para una impresora de inyección.
El proyecto AgIC, que significa Ag Inkjet Circuit, es un nuevo tipo de tinta que puede usarse con una impresora casera. Contiene plata a nivel microscópico, lo cual hace que la tinta sea conductora, lo que significa que se puede diseñar una tarjeta de circuitos usando software en la computadora para después imprimir todas las copias necesarias, sin dañar la impresora.
La idea creada por AgIC Inc. dijo que la utilidad de su proyecto es para quienes necesitan hacer prototipos rápidos. “Antes de fabricar una tarjeta definitiva (PCB) con el circuito impreso, se puede hacer un prototipo usando AgIC”. Si el prototipo funciona adecuadamente, entonces se puede mandar ya a fabricar la tarjeta final sin temor as que esté mal el diseño. Con esto, dice AgIC, se ahorra tiempo y dinero. Otro uso es para experimentar, para enseñar a los chicos sobre circuitos impresos y proyectos al mejor estilo de “hágalo usted mismo”.
La campaña de AgIC busca 30,000 dólares para fondear su proyecto. Al momento de escribir esto lleva poco más de 23,149 dólares.
Referencias: