Hay muchas iniciativas en un buen número de países, en donde se busca que los niños aprendan las bases de la programación. En el Reino Unido, por ejemplo, la Fundación Raspberry Pi ha trabajado incansablemente por proveer computadoras de bajo costo diseñadas específicamente para que los niños de las primarias tenga una introducción a la programación de maneras muy amigables, usando Scratch o Python, entre otros lenguajes, a través de la tarjeta Pi, que vale unos 35 dólares. En México también han existido iniciativas, como la tablet de 100 dólares, aunque no sé de resultados en escuelas de esta propuesta.
Seimour Papert trabajó hace años en Logo, un lenguaje basado en una tortuga que sigue ciertas instrucciones y pinta en papel lo que el programador le dice. Logo es recursivo y además, muy parecido a Lisp, por lo que los niños aprenden rápidamente el paradigma funcional a través de jugar con un robot que se asemeja a una tortuga. Fue muy popular hace algunos años. Hoy en el propio MIT trabajan en Scratch, un lenguaje para niños basado en pictogramas que asemejan piezas de un rompecabezas y que como tal, las piezas deben embonar perfectamente unas con otras. Una pieza que no embone es el equivalente al error de sintaxis.
Lo importante, al final de cuentas es que los niños empiecen a aprender estas habilidades de escribir código, porque además de que a la larga podría servirles para resolver muchísimos problemas prácticos, les está enseñando una lógica importante que no debemos dejar pasar por alto. Requerimos chicos que piensen, que analicen y qué mejor que una computadora que hay que programar aunque evidentemente el tema no es tan simple de volverlo una realidad.
Por ello, Fisher-Price ha salido con un nuevo juguete que le enseña a los chicos en edad de pre-escolar, a programar. La empresa piensa que no hay por qué esperar a que el niño entre a la primaria o secundaria para empezar a generar código. Considera que se debe introducir al niño desde pequeño y quizás esto lleve a algunos al camino de convertirse en el futuro en un gran programador.
Fisher-Prices ha llamado a su nuevo juguete Think & Learn Code-a-Pillar. Aunque no se tiene aún mucha información sobre este juguete, aparentemente éste tiene movimientos del cuerpo diferente y acciones que se dan a través de comandos. Los niños deben acomodar estas instrucciones en secuencias y verán como resultado al juguete seguir un camino pre-programado. En algún sentido es algo parecido a la tortuga del lenguaje Logo, pero tal vez mucho mas elemental.
La programación de este juguete parece ser muy rudimentaria, pero Fisher-Price indica que se trata de que los chicos aprendan las habilidades básicas necesarias para que después puedan aprender lenguajes de programación más complejos en el futuro. El juguete de hecho se conecta a una app gratuita que permite tener retos adicionales para que los niños puedan seguir mejorando sus habilidades de codificación aunque crezcan. El precio del juguete está establecido en unos 50 dólares.
Referencias: