Romotive se define como una empresa de “nerds obsesivos” que pasaron su infancia viendo películas y series de televisión de puros robots. De ahí surgió su interés por fabricar Romo, un vehículo con navegación autónoma que, de funcionar, hará telepresencia entre dos personas, tendrá reconocimiento facial, navegación autónoma y visión artificial. Si bien, el concepto no es el más novedoso, funciona en menor escala. Hace un año, su primera versión vendió sus 2,000 unidades hechas a mano en KickStarter, la plataforma que financia proyectos y ahora, lanzan esta versión renovada.
Aprovechando el factor humano (o que la gente se siente feliz cuando humaniza objetos), Romo -que entra en la categoría de robot doméstico- es como un “ser independiente”. Basta poner un iPhone sobre su base para que las ruedas se desplacen a tu gusto, conozcas sus expresiones y haga lo que le indiques desde tus aparatos iOS. ¿Su uso? Ninguno trascendental hasta ahora; puede ser un objeto de curiosidad, el capricho de los adultos o un juguete fascinante para los niños…o los que desembolsen 150 dólares.
Y como es un proyecto en desarrollo tienen retos que afrontar. Desde lidiar con el poder del procesador del iPhone hasta que el robot funcione solamente con los sensores del teléfono. (Lo intentaron con Android pero era imposible actualizarlo con tantas versiones).
Claro que el uso de robots domésticos (aspiradora, limpiadora de vidrios, podadoras de jardín o cualquier “robot” inteligentes) es una realidad en nuestros días, incluso en México donde tenemos electrodomésticos inteligentes. Y aunque este sector de la robótica está creciendo, para 2015 se estiman 11 millones de unidades de estos aparatos a nivel mundial según worldrobotics.org, yo no dejo de pensar si lo llegaremos a integrar al 100% en nuestras vidas como cuando los veía en la televisión con Los Supersónicos.
Referencias: Romotive, worldrobotics.org