Los videojuegos se iniciaron en las máquinas tragamonedas, si es que la memoria no me falla. Los primeros eran tan triviales como el Pong, el cual se jugaba en una pantalla monocromática en donde dos barras de luz en los extremos la hacían de raquetas y un cuadrito la hacía de pelota. Este programa, notable en su momento, es de una simpleza tal que hoy en día casi cualquier programador novato puede escribirlo en un par de horas. Pero después salieron las consolas de juego como la Atari, que a través de sus cartuchos se podía tener una infinidad de juegos. Llegaron entonces juegos sofisticados para las máquinas tragamonedas, especiales en sus resoluciones y multitud de colores. Con el tiempo las empresas gigantescas decidieron atacar el mercado y sacaron consolas como PlayStation, Nintendo 64 o XBox y el negocio de tener máquinas tragamonedas para jugar, empezó a palidecer.
Con la llegada de los videojuegos para mercado casero, llegó la miniconsola de Nintendo, el Game Boy, en el cual también se podían adquirir juegos. Era la consola personal para jugar y tuvo su éxito. Después salió incluso una versión con gráficas 3D. Era sorprendente la tridimensionalidad y cómo habían logrado el efecto. Pues bien, alguien -quizás sintiéndose nostálgico- se le ocurrió un proyecto: crear su propia consola Game Boy pero a tamaño gigante. Esto fue lo que hizo:
Raz, una versión prototipo de estudiante de ingeniería de Bélgica y empresario a la vez, según sus propias palabras, decidió crear el Game Boy más grande la historia, el Game Boy XXL: The Texas Edition. El autor estaba comisionado para el festival belga de música llamado Nintendoom. El organizador pensó que seria fenomenal tener un Game Boy gigante funcional, por lo que Raz decidió encarar la idea. Cortó un modelo de madera con láser en el laboratorio FabLab de Bruselas. La electrónica interna es la de un monitor LCD de 19 pulgadas con una Raspberry Pi adentro y dos botones gigantes.
La Pi corre RetroPie, lo que permite jugar prácticamente cualquier juego. El siguiente video es más que ilustrativo:
También puede verse correr Tetris:
Un simpático proyecto, el cual saca ventaja de todo el trabajo anterior en electrónica, usando emuladores ya existentes y Linux directamente en una Raspberry Pi. Nada difícil en términos de electrónica, aunque laborioso para hacer un gabinete gigante del Game Boy, pero no mucho más.
Referencias: