Un exdesarrollador de IBM se declaró culpable el viernes pasado por espionaje económico y robar secretos industriales relacionados con un tipo de software llamado Clustered File System, el cual la compañía vende a sus clientes alrededor del mundo.
Fue Xu Jiaqiang quien robó estos secretos cuando trabajó en IBM del 2010 al 2014 y la razón, dijo, fue «beneficiar a la Comisión Nacional de Planeación de la Familia y Salud de la República de China», esto de acuerdo con el Departamento de justicia de los Estados Unidos. También se dijo que intentó vender el código fuente de los secretos industriales de IBM a un agente del FBI encubierto como un inversionista de tecnología, aunque no se aclara si quería sacar beneficio propio de esto.
Parte del software robado agiliza el desempeño de las computadoras distribuyendo el trabajo en muchos servidores lo cual lo hace una pieza interesante de software que más de un competidor del gigante azul quisiese tener. De acuerdo al desarrollador culpable, Xu, a sabiendas que otros podrían descubrir que el software había sido tomado de la empresa, creó una serie de scripts extras para ayudar a enmascarar el origen del software.
Xu, aunque es de nacionalidad china, estudió ciencias de la computación en la Universidad de Delaware. Será sentenciado el próximo 13 de octubre. Cabe señalar que el Departamento de Justicia no identifica a la empresa asaltada, en este caso IBM, sino que se refiere a «la compañía víctima».
Pero otros indicios indican que se trata de esta compañía a partir de la página de LinkedIn de Xu, en donde el propio desarrollador indica que trabajaba en IBM como un programador del sistema de archivos, todo en las fechas que se consideran relevantes.
Por otra parte, no es la primera vez que ciudadanos chinos se ven involucrados en espionaje económico contra las compañías estadounidenses. En el 2014, el Departamento de Justicia acusó a cinco hackers chinos por atacar firmas de energía solar y nuclear de Estados Unidos. Y el año pasado, la agencia acusó a otros tres chinos por hackear firmas legales con el fin de beneficiarse de la información obtenida.
Referencias: Fortune