Los venenos pueden ingerirse por error o quizás porque alguien los ha puesto en nuestra comida. Esto es potencialmente un arma terrorista y es claro que siempre se busca alguna herramienta de detección que pueda diagnosticar si está ocurriendo un envenenamiento, por las razones que sean. Ahora investigadores de Francia han demostrado un método mejorado para detectar la variante más mortífera de la neurotoxina botulinum. La neurotoxina botulinum es uno de los venenos más mortíferos conocidos por los seres humanos. Lo produce la bacteria Clostridium botulinum. Esta se encuentra en comidas mal enlatadas y es considerada un arma terrorista debido a su capacidad para matar con dosis muy bajas, si se añade a comida, agua o en el aire, inclusive. Los individuos que se enferman de esta toxina desarrollan una parálisis progresiva que es fatal en el 60% de los casos (cuando no se trata el problema). En caso de existir tratamiento, los decesos bajan a menos del 5%.
Desafortunadamente las pruebas de sangre para detectar esta toxina en adultos son lentas. La sangre del paciente se inyecta a un ratón y si éste desarrolla síntomas de botulismo y muere, entonces la prueba es positiva. Pero puede tomar hasta cuatro días obtener este resultado, lo que limita la utilidad en situaciones donde se deben tomar decisiones rápidamente.
El neurobiólogo molecular, Christian Lévêque, de la Agencia de investigación biomédica francesa INSERM, en Marsella ha logrado junto con su equipo, el diseño de una nueva prueba que toma en cuenta el proceso molecular detrás del efecto paralizante de la neurotoxina. Se han enfocado en la neurotoxina botulinum A, que es la causante de la mayoría de los casos en los Estados Unidos (aunque las neurotoxinas botulinum B, E y F también causan que el cuerpo enferme).
La neurotoxina A causa parálisis al separar la proteína llamada SNAP-25, la cual ayuda a los nervios y músculos a comunicarse. Lévêque y su equipo fijaron la SNAP-25 a un pequeño chip y lo expusieron a sangre conteniendo dicha toxina A. Entonces los investigadores introdujeron un anticuerpo creado artificialmente que reacciona con la SNAP-25. Si el anticuerpo reacciona con el chip, entonces la muestra de sangre contiene la neurotoxina. usando este método, Lévêque y su equipo pudieron detectar la toxina en horas, en lugar de días y a concentraciones mucho menores que en la prueba con el ratón.
Pegra la SNAP-25 al chip da una ventaja clave en el nuevo método, dice Lévêque. El truco permite a la prueba reaccionar directamente a la sangre del paciente, en donde se usa muy poco del preciado tiempo para preparar la prueba para el análisis. «La preparación de la prueba representa el cuello de botella», explica Lévêque. Sin embargo, «la nueva prueba es rápida y sensible», de acuerdo con Luis Polo-Parada, un nanotecnólogo en la Universidad de Missouri, Columbia, que no está involucrado en esta investigación.
Ya se trabaja en procedimientos similares para las neurotoxinas B, E y F, a todo esto.
Referencias: