Muchos aficionados a las armas se han preguntando en qué momento dejaremos de utilizar proyectiles de plomo propulsados por pólvora para ‘dar el salto’ al siglo XXI. Aún se encuentran en pruebas sistemas que impulsan misiles por medio de energía electromagnética (como el railgun de Metal Gear Rex) y hasta ahora no hay nada de lo que los visionarios militares esperaban. Aún no tenemos armas que disparen haces de luz ni nada parecido, pero un laboratorio en Ohio, Estados Unidos, está probando un sistema que utiliza el humo electrificado como proyectil.
Este cañón trabaja de la siguiente manera: el gas se dispara a grandes presiones con cargas eléctricas que lo impulsan fuera del dispositivo, mientras que la fricción del disparo obliga al gas a autocontenerse, esto crea un vórtice de humo que puede viajar por una distancia de 45 metros a 45 km/h para herir a su objetivo. Al principio, estas ‘donitas’ de humo pueden parecer un truco que muchos de nosotros somos capaces de realizar con un cigarrillo; pero realmente se trata de un proyectil capaz de herir a un ser humano de forma que nadie pueda decir qué lo impactó.
El uso bélico no es el único que se le daría; de hecho, los científicos que desarrollaron este sistema le ven un uso benévolo en las manos de los bomberos, pues podrían despejar el pasillo de una casa en llamas por medio de aire ionizado que convertiría el humo del incendio en pequeñas hojuelas lo suficientemente pesadas y las hace caer al piso en lugar de flotar por el ambiente.
Aún faltan muchas pruebas, y realmente dudamos que se le de un uso militar o de otro tipo en mucho tiempo. Quizá pasen otros 50 años para que podamos ver una batalla como aquellas que la película Terminator, de James Cameron.
Fuente: Innovation NewsDaily