México lleva -desde el mandato de Fox- con esa idea de construir un nuevo aeropuerto pues el que tiene la ciudad de México está totalmente saturado. En los tiempos de Vicente Fox, si mal no recuerdo, se intentó construir uno nuevo, pero las cosas no salieron como el gobierno de ese entonces pensaba que iban a salir. Hubo problemas con quienes vivían en los predios donde -supuestamente- se pondría el gran aeropuerto nuevo. Finalmente no se puso ni la primera piedra.
Ahora el gobierno actual ha decidido retomar el proyecto del nuevo aeropuerto internacional de la ciudad de México. Ayer anunciaron que los ganadores del diseño de la nueva terminal aeroportuaria son los arquitectos Norman Foster y Fernando Romero. Se supone que si las cosas se dan como deben darse, en el 2018, este aeropuerto será el más sustentable de todo el planeta.
Entre las bondades del proyecto ganador, se dice que Foster y Romero han creado una estructura prefabricada que no requerirá de los clásicos andamios para ser construida. Según el proyecto, el aeropuerto estará bajo una cúpula contínua de acero y cristal y a decir de los arquitectos, no precisará aire acondicionado, pues la temperatura del mismo se regulará de forma natural. Igualmente, el agua de lluvia (la cual como sabemos cae en cantidades industriales últimamente), será recogida para ser usadas en las instalaciones.
En los últimos tiempos esta moda proteccionista del ambiente ha permeado en la sociedad mexicana y es claro que cualquier proyecto que promueva esta sustentabilidad podría considerarse como interesante para el país. Los ganadores del proyecto para el diseño de este nuevo aeropuerto sin duda han hecho énfasis en el tema ambiental y el proyecto en este sentido se ve formidable.
De acuerdo a las imágenes presentadas, la gran sala central tiene una distancia de unos cien metros entre columnas. Todos los servicios del propio aeropuerto circularán por túneles que estarán construidos debajo de la estructura. Es interesante hacer notar que los arquitectos han buscado que haya elementos artísticos mexicanos en lo que se refiere a la estructura visual del aeropuerto. El tamaño de la obra es de unbos 470 mil metros cuadrados y debería empezar sus operaciones para el 2018. Según se dijo, se construirá en terrenos que son del gobierno federal y estará situado muy cerca del aeropuerto actual.