Las nuevas tecnologías han traído avances formidables. Internet ha desplazado en mucha medida a la televisión por su capacidad para interactuar con los usuarios. Hoy se puede hacer preguntas, contestar trivias, quejarse, directamente con lo que puede estar ocurriendo en un contenido que se transmite con Internet. La televisión es incapaz de eso.
Además, con Internet tenemos “streaming” que es mandarnos directamente a nuestras máquinas el contenido que queramos al dispositivo que ocupemos, y es algo cada vez más común. No importa pues si se tiene una tablet, una computadora de escritorio o un teléfono, el contenido puede visualizarse en cualquiera de esos elementos. Pensemos en Netflix o Hulu. Antes, para ver películas de estreno había que ir al cine. La realidad es que ya no es necesario esa práctica. Ahora el cine lo podemos ver en casa sin siquiera salir al “videocentro” por una película, práctica en desuso y negocio francamente muerto.
Las empresas de medios han tenido entonces que tomar cartas en el asunto. Prácticamente todas las cadenas tradicionales de TV se están ajustando a los tiempos modernos y ya tienen la posibilidad de transmitir sus contenidos a través de sus portales, o bien, en apps dedicadas y escritas con ese propósito. Quien ignore estos nuevos medios pronto quedará obsoleto sin duda.
Hasta hace poco, casi todas las apps de streaming usaban lo que podríamos llamar el modelo Netflix/Hulu. Se paga una cuota modesta y se tiene acceso a una enorme biblioteca de shows de TV, de películas, de contenidos de video en general, los cuales se pueden ver en cualquier momento, tantas veces como se quiera, en el orden que se nos antoje y con la frecuencia que queramos. No hay incluso nada que grabar (por ello las grabadoras de video se están volviendo prácticamente obsoletas) porque todo está en la “nube”, esperando.
Realmente el hacer streaming de video no es diferente a lo que se hace cuando se manda una señal de video por uno de los proveedores de TV de paga por cable. Lo que es diferente es que en este modelo Netflix/Hulu es que no se tiene un montón de canales que nos dan y que realmente en su mayoría se pueden ignorar: canales que son “vintage”, con series de los años 60s y 70s del siglo pasado, canales de películas que nadie ya quiere ver, etcétera. Además, en la TV por cable hay horarios para ver ciertos contenidos, no se acomodan pues a los horarios de los usuarios necesariamente.
Pero las empresas que han estado en medios por mucho tiempo probablemente no han querido caer en la cuenta que Internet, con todo lo que significa, es otra cosa. Las apps que ofrecen las cadenas de TV tradicionales son simplemente una extensión del viejo modelo de la TV. En general no permiten ver shows o contenidos de dicha cadena cuando al usuario se le antoja. Vamos, esto de TV por Internet sabe más a TV por cable.
Por ejemplo, Apple TV no parecer ser una idea revolucionaria. Al contrario, parece un paso hacia atrás. Spotify y Apple por ejemplo, cobran de acuerdo a cuantos contenidos el usuario ve o escucha y cuantas veces lo ha hecho. En otras palabras, al contrario de la idea de Netflix o Hulu, el usuario paga por lo que ve y no por tener acceso a ver cuantas veces quiera, en el orden que quiera, los contenidos que se ofertan. Estamos ante el viejo modelo de la TV que en lugar de ir hacia adelante, va hacia atrás.
Por ejemplo, Izzi (antes Cablevisión), tiene varios paquetes en donde ofrece una serie de canales pero… los “canales Premium” cuestas 160 pesos mensuales. HBO MAX cuesta también aparte, otros 160 pesos mensuales. “Golden Premier” -se anuncian como películas de estreno sin cortes comerciales, 50 pesos extras al mes y la “UFC Network” cuesta 155 pesos al mes. Aparte, para que la señal esté en todas tus televisiones hay que pagar 65 pesos adicionales… Así que haga sus cuentas.
El modelo de rentar películas, primero en videocassette y luego en DVD ya terminó. La gente quiere el control de qué ver y cuándo verlo, además de verlo las veces que quiera sin pagar más. Por eso Netflix y Hulu tienen mucho éxito y probablemente sean negocios sumamente rentables. Pretender llevar a la TV a Internet manteniendo el viejo modelo de la TV por cable parece un error y en mi opinión, va al fracaso.
Referencias: The Verge