Donald Trump ha sido recio en mantener su política proteccionista hacia los Estados Unidos rayando en la locura, primero con la idea de un muro fronterizo pagado por México, después prohibiendo la entrada a su país a migrantes y refugiados de diversos países en situaciones de guerra o terrorismo. Pero una de las cosas más infames que ha prometido el actual presidente de los Estados Unidos es el de imponer aranceles altos a los productos fabricados en otros países y luego importados a los Estados Unidos.
Ya hemos escuchado el caso de los automóviles, donde compañías como Ford, Toyota o Volkswagen se han visto en aprietos por el posible incremento del 35% a los productos fabricados en México para luego venderlos en nuestro país vecino.
Un caso similar vive el avión más popular del mundo, el Boeing, cuya fabricación requiere de la participación de 11 países incluidos México. Y aunque el avión en ensamblado en los Estados Unidos, las piezas se fabrican en cada uno de los países participantes y luego se mandan a territorio norteamericano.
Un avión es uno de los medios de transporte que requiere más recursos de ciencia y tecnología que cualquier otro, pero si Donald Trump comienza a implementar el elevado costo por la fabricación de piezas fuera de Estados Unidos seguramente este transporte podría verse afectado.
No por eso quiero decir que dejarán de fabricarse aviones en los Estados Unidos, pero compañías como Aeroméxico que utilizan el modelo Boeing 787 Dreamliner y que es considerado el avión comercial más avanzado del mundo subiría de precio, por lo que la empresa mexicana podría optar por comprar aviones de otras empresas como AirBus.
Por otra parte, las empresas norteamericanas que usan este producto también tendrían que pagar más por él, así que el costo de los viajes tendrá que subir, o las empresas tendrían que considerar obtener menos ganancias, cosa que es muy poco probable.
Sin embargo, la empresa que se encarga de ensamblar el Boeing no tiene la opción de conseguir empresas nacionales que se encarguen de fabricar lo que el resto de los países hace, debido a que hay un contrato de por vida con los demás proveedores para construir el llamado avión las Naciones Unidas, haciendo referencia a la cantidad de países que interfieren para su creación.
El punto de todo esto, es que la mayoría de los productos electrónicos se fabrican fuera de los Estados Unidos, luego regresan al país y después se distribuyen a otros mercados como México, por lo que no solo el alto costo del dólar podría afectar el precio por los equipos de tecnología que compramos, sino también los aranceles altos que el actual presidente de los Estados Unidos quiere imponer a cualquier compañía que fabrique productos fuera de su país y luego los lleve a Estados Unidos para su venta.
¿Crees que Donald Trump cambié de opinión al afectar negativamente a los mercados del mundo con esa decisión?
Referencia: El Economista