Recientemente Twitter anunció una nueva política para manejar las peticiones de gobiernos que buscan eliminar contenidos específicos publicados en esta red social. El escueto comunicado de Twitter dio pie a una alarma generalizada en la comunidad digital, que arremetió contra la compañía que parece estar tomando medidas contra peticiones de censura, no buscando en sí limitar la libertad de expresión. El CEO, Dick Costolo, ha ofrecido una explicación.

De acuerdo a The Wall Street Journal, Dick Costolo explicó cuál es la intención de Twitter y el por qué se instauró esta nueva política. La política de censura tiene como objetivo responder a las peticiones de ciertos gobiernos bajo las cuales solicitan la eliminación de ciertos mensajes. Aclaró que la red social no está “proactivamente” monitoreando los tweets.

Twitter no borrará de acuerdo a su criterio, un mensaje en específico. Pero bajo esta nueva política tendrá que borrar tweets dentro de un país cuyo gobierno considere inapropiados. Desde países que prohiban la comunicación de posturas pro-Nazi (como Francia y Alemania), hasta países con regimenes opresores que prohiban expresiones políticas que en países como el nuestro consideraríamos un derecho.

Como ya había abordado en otro artículo de opinión en unocero.com, recordemos que lo mismo se ha impuesto YouTube para manejar estas peticiones. Si localmente le solicitan retirar un contenido, bloquea ese video en ese país. Esta política en ambos casos y como lo especificó Costolo, está pensada para que Twitter pueda existir en otro país.

Ahora bien, sería interesante que Twitter se las ingeniara para promover la libertad de expresión: la única manera que ellos han encontrado es avisarle al usuario cuando su mensaje ha sido censurado y mantener un récord público. Ellos lo ven como una política de transparencia, no de censura. Le agradecemos sus explicaciones al Señor Costolo, pero también nos preguntamos, ¿no hay algo más que pudieran hacer para defender nuestros letrados e iletrados, informados y desinformados tweets?

Al mismo tiempo, noté un revuelo tanto en los medios tradicionales como en el mismo Twitter, y aunque esperamos un acto más drástico y heroico de nuestra querida red social, también levanto una pregunta ¿no deberíamos reclamarle con mucho más énfasis a las instancias y gobiernos que solicitan el bloqueo de nuestras opiniones? ¿No tienen ellos más obligación de defender la libertad de expresión que una compañía que a final de cuentas puede tener algunos propósitos nobles, un amor por lo que hace, pero que también busca expader su negocio?