La carrera por generar mecanismos más amigables para el medio ambiente del planeta ha acelerado su ritmo y Toyota lo sabe. Hace unos días vimos en Glasgow el COP26 en donde gobiernos, industrias y activistas expusieron sus compromisos para lograr el objetivo.
Aunado a lo anterior, el sector automotriz está en pleno auge en la generación de vehículos eléctricos por lo que han anunciado la fabricación de plantas, alianzas y la generación de más empleo para fortalecerse en este rubro.
Sin embargo, hay un jugador que parece poner los pies en la tierra y aterrizar estos deseos.
Toyota aseguró que gran parte del mundo no está preparado para vehículos cero emisiones; derivado de lo anterior, no firmó un compromiso para eliminar gradualmente los automóviles de combustibles fósiles para 2040.
La armadora japonesa comentó a Reuters que muchas áreas del mundo como Asia, África o Medio Oriente todavía no han establecido un entorno adecuado para promover un transporte libre de carbono.
“Creemos que se necesitará más tiempo para avanzar, por lo que es difícil para nosotros comprometernos con la declaración conjunta”
Toyota
Si a la discusión incluimos el estudio publicado por el Munich Mobility Show en el que dice que existen enormes disparidades globales en la propiedad de vehículos eléctricos, Toyota tiene un punto a su favor.
Toyota y el resto de los jugadores
Mercados como Europa, China o Estados Unidos son sin duda la joya de la corona; los grandes jugadores abren fábricas y buscan consolidar su presencia en estas regiones.
La llegada de Tesla a Alemania supone un desafío a Volkswagen, mientras que Uber hace tratos con las armadoras para incluir a su flota vehículos eléctricos.
Sin embargo, América del Sur no llega a los 180 mil autos de este tipo en circulación, cantidad preocupante si tomamos en cuenta que en la región viven más de 420 millones de personas.
África es otro ejemplo, continente donde habitan más de mil 200 millones de personas y que el número de eléctricos no se acerca al uno por ciento.
De tal modo que ahora los jugadores en este segmento tienen otro reto por enfrentar, se trata del hecho de buscar e integrar mecanismos con los gobiernos de las zonas rezagadas para que la carrera no se centre en pocos territorios, sino a escala global como se ha prometido.
