La empresa Urban Armor Gear se dedica a crear carcasas de protección para dispositivos móviles, y en este caso, se empleó un iPhone 6 para demostrar la resistencia de estos accesorios. El experimento se hizo en Inglaterra y el vuelo, que cubrió 19 km de terreno, duró unas tres horas.
Estando arriba, la temperatura alcanzó los -60° C y el viento 112 km/h. Cuando estalló el globo, la caída inició en conjunto, incluyendo el iPhone con la carcasa y los demás elementos del equipo (dos cámaras GoPro, un localizador GPS y un teléfono de respaldo con rastreo GPS).
Si bien no se puede observar el resultado tras el impacto – el cual podría haber sido más espectacular si el teléfono hubiera caído de forma independiente y no sujeto a la base – la empresa afirma que el smartphone sólo se apagó debido a la baja temperatura, pero después de encenderlo, siguió funcionando correctamente.
En drop tests puede que aún no lo hayamos visto todo, pues mientras que algunos testers se limitan a dejar caer los smartphones desde la altura de su pecho, otros son un poco más “creativos”. ¿Cómo harías una prueba de caída extrema?
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