A Netflix han llegado grandes superhéroes de la franquicia de Marvel; tales como Daredevil, Jessica Jones, Iron Fist y Luke Cage. Por supuesto, cada uno con su propia serie exclusiva para que tengamos la oportunidad de profundizar en cada personaje y así conocer sus universos, complejidades, enemigos y vidas alternas. Sin embargo, no todas las series de Marvel en Netflix destacaron precisamente por tener una trama coherente, pues con la llegada de Iron Fist, notamos que habían ciertos cabos sueltos que no terminaron de aterrizar del todo. Poco a poco se comenzaban a manifestar síntomas de agotamiento en las historias.
Después llegó The Defenders, una serie que prometía mucho porque finalmente los superhéroes iban a reunirse en un mismo universo, compartiendo tramas, relaciones personales y conflictos. La producción, evidentemente, no cometió los mismos errores de Iron Fist; es decir, aquí no habían capítulos de relleno, ni te quedabas con la sensación de haber estado perdiendo el tiempo. No obstante, la recta final de The Defenders, comenzó a ir en declive porque en la resolución de ciertos misterios habían muchas incoherencias.
Daredevil (Matt Murdock), por ejemplo, se sintió como una nueva serie fresca, con tintes originales sobre un superhéroe ciego y oscuro que, a su vez, trabaja como abogado para resolver crímenes. Después de haber visto siempre las mismas fórmulas, con esta producción original de Netflix realmente sentías un nuevo giro más tenebroso.
Aquí, Marvel exploró su lado más sórdido, aquel que las películas no muestran y por un buen motivo; es decir, Murdock se enfrenta a los villanos que realmente existen en nuestra vida cotidiana: corruptos, criminales, mafiosos y empresarios, a diferencia de superhéroes como Thor, Iron Man, Capitán América u otros que luchan contra aliens, dioses nórdicos, o nazis. Probablemente, fue ahí donde radicó el éxito, porque la trama está más apegada a nuestra realidad, lo que automáticamente generó empatía e identificación con los personajes.
The Punisher en Daredevil
En la segunda temporada de Daredevil, vimos que The Punisher apareció por primera vez en este universo; un antihéroe interpretado por Jon Bernthal que destaca por sus asombrosas tácticas de guerra que aprendió en el ejército estadounidense de Nueva York. Pese a que no pudimos apreciar en gran medida su intrigante personalidad a través de su cameo en Daredevil, pudimos tener una gran noción sobre los valores que lo rigen al castigar a los que lo merecen mediante torturas, extorsiones o amenazas con el fin de encontrar la justicia.
Por este motivo, al saber que The Punisher contaría con su propia serie original de Netflix, la emoción nos invadió, pero también nos preocupó al tener un historial de series que no terminaron de cumplir con las expectativas en muchos sentidos. En Daredevil, el antihéroe realmente se lució y brilló con su propia luz independientemente de los demás personajes, así que no nos podría defraudar.
Si tuviéramos que definir a la primera temporada de 13 capítulos en tres palabras, elegiríamos las siguientes: Brutalidad, Justicia y Rigor. Pero, ¿de qué va la serie en sí? Antes de comenzar a dar una explicación y detallar los puntos clave, es importante mencionar que The Punisher es producida por Steve Lightfood, Jim Chory y Jeph Loeb, quienes también han participado en otras series como Daredevil, Jessica Jones y Luke Cage.
Además, en el reparto nos encontramos con grandes figuras como Ebon Moss- Bachrach, Deborah Ann Woll, Ben Barnes, Amber Rose Revah, Michael Nathanson, Jaime Ray Newman, Jason R. Moore, Daniel Webber y Paul Schulze.
Violencia con razón
La historia refleja la vida de un individuo llamado Frank Castle, quien ha sido convertido en sicario, lo que hará que pueda aprovechar todos sus conocimientos sobre guerra para castigar a todos aquellos que lo merecen. Quizá la trama suene trillada, pero, como bien dicen: “todas las historias ya han sido contadas”… el verdadero reto está en cómo plasmarlas. Aunque existan múltiples historias llenas de violencia con elementos policiales o criminales, The Punisher logra mantener el equilibrio perfecto; no abusa visual, ni narrativamente hablando de componentes explícitos.
La serie, invariablemente, te hará reflexionar y cuestionar sobre tu propia moral. Algunas interrogantes como las siguientes podrían surgir: “¿Cómo sé si lo que estoy haciendo está bien sin siquiera conocer el objetivo de mi vida?”, “¿Puedo ser verdaderamente siniestro con alguien que lo merezca?”, ¿Cómo podría decidir si alguien merece la muerte o no?” “¿Hasta qué punto estará bien vengarse de un criminal si me estoy comportando como uno?”… bueno, la última pregunta quizá sea completamente ajena a nuestra realidad, pero por primera vez vemos que Frank Castle es observado con otro lente; en lugar de enfocarnos únicamente a sus técnicas crueles y siniestras, ahora podemos apreciar a un personaje que está dispuesto a limpiar las calles sin importar que sus manos se ensucien para así cruzar la línea y ser tan villano como aquellos a los que quiere castigar.
En ocasiones, la gente suele romantizar a la violencia, cuando no logra ver todo lo que hay detrás. Actualmente, vivimos en un mundo en el que reina la brutalidad; cada día, al despertar, nos encontramos con una nueva historia. Son tantos los estímulos que poco a poco hemos perdido la sensibilidad y casi nada nos sorprende… -“¿Mataron a alguien?” -“Uy, uno más”. Cada lamentablemente incidente, no tiene ningún tipo de trascendencia, por lo que debemos prestar atención a los efectos psicológicos y emocionales que denota The Punisher.
Frank Castle, al haber experimentado múltiples sucesos violentos, se convierte en un ser realmente destruido y despiadado que al menos intenta canalizar todos sus dotes de insensibilidad en “buenas acciones” al erradicar el crimen. Sin embargo, Castle puede llegar a presentar una gran amenaza incluso con las personas que no merecen un castigo, pero es ahí donde radica lo interesante sobre la complejidad de un personaje que pasó de haber confiado en el sistema, intentando hacer el bien a un hombre que lo perdió todo y que decidirá encontrar venganza a toda costa.
La cantidad de violencia podría poner a temblar a series como Game of Thrones o The Walking Dead, pero una historia coherente y válida… no por nada, Netflix decidió no mostrar adelanto a través de La Comic Con en San Diego en solidaridad al atentado que se vivió en Las Vegas.
Después de haber experimentado con tres películas del personaje sin haber sido bien recibido por el público, Netflix logra reflejar el fiel retrato de la esencia de The Punisher.
Reparto
La serie incorporó a grandes elementos para el reparto. Después de su papel en Westworld, Ben Barnes regresa con un personaje más complejo de lo que parece en primera instancia. Quien también resalta es, sin lugar a duda, Amber Rose Revah como Dinah Madani, la agente especial que tiene los ojos fijos en Frank Castle pues su declaración resulta indispensable para la resolución del caso.
A grandes rasgos, el aporte de The Punisher en Daredevil cobra un significado mayor. La serie, sin duda, es totalmente creíble y humana. Muestra la complejidad a la que se enfrentan las personas que han experimentado sucesos traumáticos, por lo que adaptarse a la sociedad no es tarea sencilla y mucho menos sin un motivo real que surja desde las entrañas.
De igual modo, querrás que alguien así exista en nuestra sociedad. Pocos son los que están dispuestos a combatir el crimen con tal de ayudar a los demás y aunque Frank Castle no se caracterice precisamente por ser la persona más amigable, sin duda encontrarás cierta identificación al encontrar en él elementos rotos que fungen como motor para comenzar a actuar.
Si ya no puedes esperar para ver esta impresionante serie, es necesario que sepas que a partir del 17 de noviembre, The Punisher estará disponible a través del servicio streaming Netflix.
¿Te interesa ver The Punisher?